Ocho inmigrantes chinos, detenidos por presunto chantaje a compatriotas

Ocho ciudadanos de origen chino -cinco hombres y tres mujeres- están detenidos por carecer los permisos de trabajo y de residencia en Espa ña. Pero la policía sospecha, además, que todos ellos pertenecen a una red dedicada a introducir inmigrantes ilegales y a la extorsión en establecimientos de sus compatriotas.

En el piso donde fueron detenidos, en el número 315 de la calle de Bravo Murillo, del distrito madrileño de Tetuán, los agentes hallaron una pistola de la marca Rech, calibre 6.35, dos machetes, cuatro pasamontañas y una serie de documentos.Las mayores sospechas las despertaron dos documentos: una carta y una relación de nombres. En la misiva se anuncia la llegada desde Moscú de una persona y se indica quién se va a encargar de este viaje y del cobro de 9.500 dólares (1,3 millones de pesetas). La lista recoge un total de 35 nombres de chinos y una cifra que va de las 20.000 a las 50.000 pesetas al lado de cada uno de ellos.

La carta y la lista pueden corresponder, según fuentes policiales, a gestiones para introducir inmigrantes ilegales en España y al cobro de extorsiones a compatriotas residentes. La policía comenzó a sospechar de sus actividades cuando detectaron movimientos extraños en torno a restaurantes y otros establecimientos de ciudadanos chinos, que los detenidos visitaban adoptando grandes medidas de precaución. Sus edades van de los 19 a los 32 años.

Los agentes consideraron que ni la indumentaria de los sospechosos ni su forma de actuar eran las de alguien que está buscando trabajo, por lo que iniciaron su seguimiento.

Documentación

La documentación intervenida y el hecho de que la mayoría de los ahora arrestados había llegado a España hace muy poco tiempo, procedentes de Francia, hace pensar a los investigadores policiales que la banda estaba dando los primeros pasos para establecerse en Madrid como organización mafiosa.El juez autorizó la entrada y registro de la vivienda donde residían, y se descubrió que una de las detenidas ya tenía decretada su expulsión de España desde noviembre pasado. Este periódico se desplazó hasta la vivienda de la calle de Bravo Murillo, donde varios los vecinos confirmaron que en uno de los pisos vivían varios chinos.

La policía ha incrementado el control y seguimiento de la colonia de inmigrantes chinos desde el crimen cometido en un restaurante de Gandía (Valencia) en el que murieron cinco personas el 31 de diciembre pasado.

Los servicios científicos de la policía estudian si el arma de fuego incautada ha sido utilizada en algún delito cometido recientemente en Madrid.