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Varias conversaciones grabadas confirman la intensa colaboración entre la red de escuchas ilegal y el Cesid

Conversaciones grabadas por orden judicial a los integrantes de la red de escuchas ilegales desarticulada en Barcelona el pasado noviembre confirman la intensa, casi diaria, relación entre los detenidos y mandos en activo del Cesid (Centro Superior de Información de la Defensa). Contra lo sostenido por el Gobierno, la red ilegal y el espionaje militar intercambiaban continuamente informaciones, e incluso Mikel Legarza, El Lobo -componente de la trama-, comentaba y pedía auxilio ante los problemas con la justicia que iba encontrando la red a raíz de sus actividades de espionaje y extorsión.

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Más de 15 conversaciones registradas por orden judicial e incluidas en el sumario se produjeron entre abril y el otoño del pasado año. EL PAÍS publica hoy algunas de las más significativas entre miembros de la trama y los mandos del Cesid Julio Leal y Fernando Rodríguez. El primero continúa en activo. El, segundo causó baja en julio pasado, pero se preparaba desde hacía meses una alternativa económica al Ejército.El 21 de mayo, Mikel Legara, alias Miguel Ruiz Martinez y El Lobo, ex miembro del Cesid que prestaba servicios de seguridad a La Vanguardia, a la vez que presuntamente espiaba a sus directivos, llamó al despacho del coronel Fernando Rodríguez y le urgió el envío de unos datos.

Fernando Rodríguez. Vale. En el paquete te voy a mandar un sobre para que vean ellos que está cerrado...

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Miguel Ruiz. Sí, uno que esté cerrado...

F. R. Uno que esté cerrado y el otro ... y dentro... éste... y al lado ... o sea, debajo, un sobre, y dentro va otro sobre que es para él y otro en que tú ves. Incluso te voy a mandar el disquette de ordenador ... por si tú ves de modificar o algo ... Eso que ganamos...

Tres días más tarde, El Lobo recibe una llamada de un tal Javier, a quien la policía identifica como el teniente coronel Julio Leal.

Javier. Oye, yo los periódicos los leo también...

Miguel Ruiz. Eso que viene de los pinchazos y eso...

J. Sí, pero me quedo tranquilo porque lo orientaban en una posición muy clara, ¿no?

M. R. Hombre, ahí por lo menos así lo dicen, ¿no? Porque yo de esas cosas no entiendo, hace mucho... mucho tiempo...

J. Cuando lo vi lo leí con temor... y después me fui alegrando.

J. Oye, ¿cuándo vienes por aquí?

M. R. Mañana estoy ahí por la mañana. Te tengo que contar cosas.

J. Bueno, pero me gustaría que trajeras escritas cosas.Al día siguiente, el coronel del Cesid Fernando Rodríguez -entonces en activo y después detenido como presunto responsable de la trama- reprende a El Lobo por fracasar en el intento de pinchar el teléfono de Albert Garrofé, ex directivo de La Vanguardia.Miguel Ruiz. No sé la fecha, pero está dado de baja.Fernando Rodríguez. Pues me has jodido vivo.Miguel Ruiz. Nos ha pasado lo mismo por fiarme del mismo... del Truji... [José Manuel Trujillo, ex empleado de Telefónica que trabajaba para El Lobo] ( ... ) Si alguna vez tienes oportunidad de estar con el fiscal general o alguna cosa..., ahí hay un..., por ahí hay un dossier de cuatro empresas... de aquí, de Barcelona, en el tema de los pinchazos. A ver si te sale una que tú conoces.El Lobo se refiere a la investigación sobre cuatro empresas de seguridad de Barcelona con capacidad para pinchar teléfonos. Las pesquisas se abrieron tras conocerse que políticos catalanes, como Miquel Roca y Pasqual Maragall, había sido espiados por una empresa. También fueron investigadas judicialmente las intervenciones de los teléfonos del líder de Iniciativa per Catalunya, Rafael Ribó; el fiscal jefe del Tribunal Superior de Cataluña, Carlos Jiménez Villarejo, y el directivo de RTVE Enric Sopena.El 1 de junio, el coronel Rodríguez llama a El Lobo para interesarse por su contrato como futuro responsable de seguridad de La Vanguardia. De la conversación se desprende la intención de ambos de atemorizar a los directivos del periódico. "Ya sé yo que aquí está todo el mundo cagao, pero, por encima de todo, me es igual que tengan miedo. Me alegro de que tengan miedo", dice Ruiz.A las 48 horas, El Lobo llama alarmado a la sede del Cesid y explica al coronel Rodríguez que un argentino que se presenta como compañero le ha ofrecido fuertes cantidades a cambio de informe! sobre personalidades.Miguel Ruiz. Todo mentira; dice: mira, es que ando recabando información sobre Javier de la Rosa y sobre Juan Piqué Vidal [abogado de De la Rosa], y, claro, era por ver si teníais otra cosa y tal. ¡Hostias!, ¿qué raro, no? Que venga el tío este aquí pidiendo... ¡Bueno! ¡Coño! Javier de la Rosa, que es lo que tenías y tal, no sé qué, y además de Piqué Vidal, de Jesús Polanco y Antonio Asunción...Fernando Rodríguez. No, si está manejando dinero está trabajando con alguien que paga.M. R. Con alguien que paga bien, sí.. F. R. Alguien que paga bien, si no...M. R. O para aquí, para la gente de la Generalitat, vete a saber tú..., o para algún empresario...F. R. Sí, eso también...La conversación concluye con una orden del coronel para que El Lobo grabe conversaciones de Javier de Godó, editor de La Vanguardia, a punto de regresar de un viaje. "Ojo avizor, incluso que lo graben, ¿eh?", señala el militar.Ese mismo día, el coronel llama a Miguel Ruiz, quien se interesa por la marcha de la investigación por el Cesid sobre un directivo bancario supuestamente involucrado en un delito monetario. En esta conversación, El Lobo pide al coronel que se interese por un juez francés apellidado Sengelin, encargado de varios casos sobre blanqueo y tráfico de divisas. "Sí, vamos a intentar ponernos en contacto con él", responde el coronel.

Rodríguez sobre Godó: "Voy a hundirle"

El 8 de junio, Miguel Ruiz Martínez llama al despacho al teniente coronel del Cesid Julio Leal, a quien se queja de que está siendo objeto de una investigación "bestial". "Es que me están masacrando, coño", comenta. "Pero no es de aquí, ¡eh!, no es de aquí arriba ", le tranquiliza Leal.Tres semanas más tarde, El Lobo llama al coronel Fernando Rodríguez, cuando éste ya ha pedido la baja en el Cesid, pero aún no la ha conseguido. Miguel Ruiz le advierte de que Godó pretende modificar su contrato. Y comienza la estrategia del terror.Fernando Rodríguez. Yo lo tengo absolutamente claro porque, además, lo que le voy a decir es que... Conde [Mario Conde] va a ir a por él...

Miguel Ruiz. Ya, ya, ya.

F. R. Y además que es la puta verdad... voy a hundirle... ( ... ) Sin piedad, ¿comprendes? Yo ya cada día tengo menos piedad y menos consideración...

M. R. Hay que ir así por la vida, porque, si no, te comen la moral, ¿eh?

F. R. [Le diré a Godó:] El Garrofé [Alberto Garrofé, exdirectivo de La Vanguardia] te ha hecho la puñeta... pero... piensa que eso es una zapatilla rara al lado de lo que te pueden hacer ( ... ) Con tranquilidad... con una mala hostia descomunal, pero sin que nos ciegue... A por ellos. ( ... ) Le vamos a hacer un buen trabajito a ése para mancharle. Vamos a grabarle hasta la respiración ( ... ) Y si es necesario, pues a lo mejor tiene que cambiar de coche porque se le prende fuego solo. ¿Comprendes? ( ... ) Si es necesario ponerle nervioso, pues se le pone nervioso.Este informe ha sido elaborado por los miembros del Equipo de Investigación Francisco Mercado y Carlos Yárnoz.

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