Llamadas de socorro
Las conversaciones grabadas a Mikel Legarza, Miguel Ruiz y El Lobo, demuestran su intensa relación con ciertos mandos del Cesid. El 2 de julio de 1993, El Lobo pide socorro a su mentor, el teniente coronel Julio Leal, al confirmar que su grupo está siendo investigado por una presunta extorsión a una empresa de hilaturas. "Voy a hacer un par de gestiones yo, y llámame tú mañana", dice Leal.A las 48 horas, Leal telefonea a El Lobo, a quien facilita datos y el número de DNI de un tal Camacho, al que Miguel Ruiz sigue los pasos.
Otras llamadas de el Lobo a Leal para manifestarle inquietud por el estrechamiento del cerco en torno a sus actividades se producen el 7 y el 21 de julio, y el 27 de septiembre, en este caso para interesarse por un posible borrón oficial de causas pendientes por extorsión en Euskadi.
El 14 de julio, el coronel Rodríguez llama a Miguel Ruiz y le encarga pinchazos a discreción en torno a Godó. "Hay que poner 10 o 12 aparatos como mínimo", le ordena.
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