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GUERRA EN LOS BALCANES

Los 'cascos azules', en el punto de mira de cañones serbios

Ramón Lobo

El general Ratko Mladic, jefe militar de los serbios en Bosnia, ya lo advirtió con claridad en agosto cuando la OTAN se planteó, con menos entusiasmo, la oportunidad de un bombardeo: "Si nos atacan, destruiremos el Holliday Inn [en el que se hospeda la prensa internacional] y el cuartel general avanzado de la Fuerza de Protección de las Naciones Unidas (Unprofor) en Sarajevo". La amenza, seis meses después, sigue vigente."No se espera [en el caso de ataque] una respuesta general contra los cascos azules en Bosnia", asegura un militar destinado en el cuartel general de Sarajevo. "En todo caso serían actos aislados de terrorismo, como asesinatos o secuestros". Los que que correrían . un mayor peligro serían los observadores militares de la ONU, que van desarmados.

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No todos los cascos azules de los casi 10.000 desplegados en Bosnia tienen el mismo riesgo. Los españoles, por ejemplo, destinados en zona de guerra entre croatas y musulmanes, se hallan lejos de las líneas serbias.

La mayor preocupación de Unprofor se concentra en cinco de las seis zonas protegidas. Sólo Gorazde, donde no hay cascos azules, queda excluida de los temores de la ONU.

Zonas de riesgo

En Srebrenica, los sitiadores serbios podrían acabar en pocos minutos con los 180 soldados canadienses y holandeses, teóricos defensores de la ciudad, pues están pobremente equipados. Ellos son rehenes de un pacto entre Unprofor y los serbios que evitó, en abril de 1992, la conquista real de Srebrenica.

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En Zepa, el riesgo es similar al de Srebrenica. Allí se encuentran un centenar de soldados ucranios, encargados también de la teórica defensa de, la localidad. Carecen de medios y serían presa fácil de los sitiadores serbios.

. En Tuzla hay un batallón nórdico, compuesto por suecos y noruegos. Las líneas serbias se encuentran en el norte y oeste de la ciudad a 10 kilómetros. Su peligro está en ser bombardeados.

En el enclave de Bihac, 1.300 cascos azules franceses y 800 malaisios quedarían rodeados por un mar de serbios hostiles: los de Bosnia y los de Krajina.

Es en Sarajevo donde los cascos azules correrían un riesgo más elevado. Tras un eventual ataque de la OTAN, los serbios que sitian la ciudad cerrarían el aeropuerto por la fuerza, dificultando tanto la entrada de la ayuda humanitaria como toda evacuación de tropas. En ese supuesto, salir de Sarajevo podría ser tan complicado como lo fue hace 20 años abandonar Saigón.

La artillería serbia atacaría además, como amenazó MIadic, el cuartel avanzado de Unprofor, donde está la plana mayor. En él se encuentran tres españoles. En Sarajevo hay además dos batallones franceses (2.200 soldados) encargados del aeropuerto, uno egipcio (400), encargados de proteger el cuartel general y 400 ucranios destinados en el cuartel Tito. Todos ellos serían de muy complicada evacuación.

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