Una vía de dos pisos cerrará la M-40

El trazado definitivo para cerrar la M-40 por el norte estaba pactado entre el Ayuntamiento de Madrid, el Gobierno regional y el Ministerio de Obras Públicas. Pero ayer, dos años después de aquel acuerdo, el departamento que encabeza José Borrell planteó un nuevo dibujo sobre el mapa de Madrid: la autovía esquivará los chalés situados frente a la tapia del monte de El Pardo y ganará terreno -para no morder más el bosque- convirtiéndose en una carretera de dos pisos: uno para ir y otro para volver.El Ayuntamiento se ahorra los 1.400 millones -según el cálculo inicial- que debía pagar a los dueños de los chalés por la expropiación, y el ministerio ve encarecido el proyecto por la mayor complejidad de las obras: el conjunto de la inversión pública costará 1.450 millones más. Para compensar, el ministerio pedirá que se replantee el reparto de la financiación de las expropiaciones Eso sí, se evitará el lento trámite de expropiaciones y todo estará. terminado, según las previsiones, en 1995. Nadie en Obras Públicas supo explicar ayer por qué se ha esperado hasta ahora para diseñar este trazado y se han dejado pasar casi dos años baldíos.

El Ministerio de Obras Públicas propuso ayer este nuevo proyecto para el cierre norte de la 11-40. Según los promotores de la idea, con esta solución el coste total de la obra pasa de 12.750 a 14.350 millones, pero el plazo para terminarla se acorta en al menos dos años.

El secretario de Estado de Política Territorial, José Alberto Zaragoza, expuso ayer el nuevo proyecto a representantes de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid, sus dos socios en la construcción del cuarto cinturón. Ambas administraciones encontraron positiva la propuesta, aunque pospusieron su decisión final para la semana que viene.

La solución propuesta sigue la misma ruta que el trazado pactado en julio de 1992 por las tres administraciones y cuya declaración de impacto ambiental fue publicada la semana pasada por el Boletín Oficial del Estado. En el nuevo proyecto, la autovía adelgaza su contorno gracias a que los dos sentidos de circulación discurren uno encima del otro, en vez de paralelos, durante los 700 metros en que la autovía coquetea con los seis chalés de la urbanización Monreal.

La superficie total que se iba a expropiar con el proyecto anterior era de 96.800 metros cuadrados, mientras que con el nuevo se reduce a 61.000. Precisamente, el coste de las expropiaciones se había convertido en uno de los principales escollos para cerrar la M-40 en un plazo razonable.

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