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GUERRA EN LOS BALCANES

Francia quiere arrancar a la OTAN un ultimátum a los serbios para que levanten el cerco a Sarajevo

Lluís Bassets

El Consejo Atlántico, formado- por los representantes permanentes de los 16 países miembros de la OTAN, exigirá hoy la retirada de la artillería serbia que rodea Sarajevo, donde no es posible atacar la ciudad. Francia quiere dar un ultimátum de 10 días a los serbios y amenaza con retirar a sus tropas de Bosnia si la Alianza Atlántica no adopta hoy en la antigua Yugoslavia, incluidos los 1.200 españoles, estarán en situación de alerta a partir de hoy, en previsión de una represalia serbia tras un ataque aéreo de la OTAN.

El plan para eliminar el estrangulamiento que sufre Sarajevo, propuesto en su origen por Francia, implica un plazo para que la retirada sea efectiva, de forma que a su término todas las armas pesadas que se hallen en la zona puedan ser neutralizadas por la fuerza aérea de la Alianza, La propuesta de levantar el asedio está contenida en una carta del secretario general de Naciones Unidas, Butros Butros-Gali, al secretario general de la Alianza y apoyada por el Consejo de Ministros de la Unión Europea.Fuentes de la Alianza aseguraron que "no se trata de lanzar un ultimátum", sino de marcar un plazo bien claro y urgente para el levantamiento del cerco sobre la capital bosnia.

El ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, declaró ayer con rotundidad que su país "está dispuesto a asumir los riesgos de una intervención aérea". Añadió que Francia no quería asumir esa responsabilidad en solitario, aunque precisó: "No continuaremos exponiendo a nuestros soldados, su vida y su reputación a no ser que los aliados occidentales decidan hacer algo más que lanzar amenazas y comunicados llenos de pesadumbre. Si mañana [hoy] el Consejo de la OTAN no llega a un acuerdo por unanimidad y se limita a lanzar una nueva advertencia de cara a una futura intervención, en tal caso Francia no se asociará a tal decisión".

Después de los primeros gestos, principalmente de Francia y Bélgica, escandalizados por la matanza provocada el sábado en un mercado de Sarajevo, los Gobiernos europeos han ido enfriando la atmósfera y matizando las peticiones de represalias inmediatas contra Serbia.

Washington, por su parte, perfiló ayer su nueva estrategia en el conflicto de Bosnia que incluye la firme amenaza de bombardear las posiciones serbias para forzar el levantamiento del cerco de Sarajevo, la autorización a los comandantes de la ONU sobre el terreno para que soliciten los bombardeos aéreos, y una mayor implicación en las negociaciones de paz. Estos puntos fueron discutidos por el presidente Bill Clinton con sus colaboradores más próximos. Clinton recibió ayer una carta del líder serbio Radovan Karadzic en la que éste asegura que la matanza del mercado de Sarajevo es "un gran montaje".

El Consejo Atlántico pondrá, probablemente a disposición del secretario general de la ONU la fuerza aérea necesaria para garantizar el levantamiento del asedio de Sarajevo y dará órdenes a los mandos militares de la Alianza para que ultimen los planes de actuación. Los planes estarán listos "en cuestión de horas" según indicaron fuentes de la Alianza. Los aviones ya están prácticamente preparados para despegar desde su bases en Italia.

Algunas cuestiones no han sido todavía esclarecidas respecto a la amenaza de ataques aéreos. No se sabe con precisión quién debe formular la amenaza e indicar claramente el plazo para la retirada. Hoy puede suceder algo similar en el Consejo Atlántico. En tal caso, será el secretario general de la ONU quien no tendrá más remedio que asumir la responsabilidad de formularla o devolver la pelota a otra institución.

Una actitud enérgica y decidida por parte de Estados Unidos podría llevar a que la Alianza asuma hoy mismo el peso de la responsabilidad y arrastre consigo la decisión de Butros-Gali. Una actitud más moderada puede comportar nuevas dilaciones por parte del secretario general, quien siempre tiene el recurso de pedir la consulta formal del Consejo de Seguridad, donde Rusia cuenta con el derecho de veto.

Fuentes del Kremlin dejaron claro que un ataque contra las posiciones serbias que asedian Sarajevo ensombrecería las relaciones de Rusia con Occidente. Un portavoz del Ministerio ruso de Exteriores manifestó que Butros-Gali se ha excedido en sus atribuciones al pedir a la OTAN autorización para una intervención militar.

El ministro ucranio de Exteriores, Anatoli Zlenko, fue más lejos al afirmar: "Una decisión de tales características... tiene que someterse al Consejo de Seguridad de la ONU y Rusia la vetará. Esto está tan claro como el agua".

El ministro espñol de Defensa, Julián García Vargas, admitió ayer en el Senado que, si se realizan los bombardeos selectivos, "se va a agravar y complicar el conflicto". El titular de Defensa reconoció que los ataques aéreos "no son suficientes para que se levante el cerco a Sarajevo", si no van acompañados de un despliegue de tropas en tierra, informa Miguel González.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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