Detenidas nueve personas en Brasil por arreglar partidos

La ola de denuncias de corrupción que sacude Brasil desde hace casi dos años ha llegado al fútbol, donde las acusaciones de tres árbitros han desencadenado un escándalo de proporciones. La policía federal brasileña incriminó el lunes a nueve dirigentes, árbitros y funcionarios de Río de Janeiro por estafa y asociación para delinquir, tras encontrar pruebas de que habían formado una organización para manejar los resultados de Primera División.

Entre los acusados, que se beneficiaban de los premios de la lotería deportiva, se encuentran el presidente de la Federación de Fútbol de Río de Janeiro, Eduardo Viana; el vicepresidente de fútbol del Vasco da Gama, Eurico Miranda, y el director de la Comisión de Arbitrajes, Wagner Canazaro. La policía sospecha que los dirigentes acusados, que pueden ser condenados a penas de hasta ocho años de cárcel, son responsables también de evasión de divisas en la compra y venta de jugadores, pero no ha logrado probarlo de manera concluyente.

El escándalo en el fútbol carioca estalló a mediados de diciembre, cuando tres árbitros denunciaron a la prensa que habían sido presionados para favorecer a algunos clubes, según los intereses de Viana y Miranda.

El vicepresidente jurídico del Fluminense, Álvaro César Pereira, anunció que esperará a la condena de los acusados para demandar ante los tribunales el título de campeón provincial de 1993. El Fluminense fue vicecampeón tras enfrentarse en la final con el Vasco da Gama.

El presidente del Botafogo, Carlos Augusto Montenegro, que apoyó a los denunciantes, se mostró satisfecho con la investigación: "Para los deportistas, esto es un ejemplo".