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Costa Rica vota mañana en unas enconadas elecciones presidenciales

Costa Rica celebra mañana elecciones presidenciales con la incertidumbre de que los dos partidos mayoritarios del país se encuentran actualmente empatados en cuanto a intención de voto, siempre según las encuestas. El Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), actualmente en el Gobierno, presenta al economista Miguel Ángel Rodríguez, mientras que su más inmediato rival, el Partido de Liberación Nacional (PLN), lo hace con José María Figueres, hijo de un carismático líder del país de origen catalán ya fallecido. En Costa Rica el voto es obligatorio.

Los costarricenses amanecieron ya ayer bajo la ley seca, medida preventiva que suele aplicar la mayoría de los países de América Latina para evitar que la ingestión de alcohol de forma incontrolada pueda enturbiar el desarrollo de unos comicios electorales. Por lo demás, en este país de poco más de tres millones de habitantes lo que existe es una gran expectación por saber lo que va a ocurrir el domingo: continuidad o relevo en el poder de un partido por otro.La continuidad, en un país acostumbrado en los últimos años a la alternancia, la representa Miguel Ángel Rodríguez, candidato del partido gobernante, de orientación democristiana. La última encuesta del periódico La República le daba como perdedor frente a su contrincante Figueres, pero con una diferencia mínima que los observadores políticos no toman en cuenta. Figueres, ingeniero civil de profesión, obtendría el 43,8% de los votos y Rodríguez el 42,4%.

Costa Rica, que en 1982 se declaró país neutral y desarmado, rompió en 1990, con la llegada al poder del actual presidente Rafael Ángel Calderón, una racha de gobiernos del Partido de Liberación Nacional (PLN), entre cuyos presidentes figuró Óscar Arias, galardonado en 1987, cuando llevaba sólo dos años como gobernante, con el premio Nobel de la Paz por su liderazgo en favor de la desaparición de las guerras centroamericanas.

Pero fue óscar Arias, acuciado por problemas económicos derivados de su gestión, quien perdió las elecciones en 1990 frente a los democristianos, que son quienes han gobernado Costa Rica en este último periodo cuatrienal. Precisamente los primeros años del Gobierno de Rafael Ángel Calderón se caracterizaron por una política de austeridad económica con el Fondo Monetario Internacional que puso en evidencia que no se pueden resolver los problemas financieros del país en detrimento del gasto público y de las importaciones.

Junto al nuevo presidente de la República, en Costa Rica también se eligen el domingo los 57 escaños de su Asamblea Legislativa y los 81 alcaldes del país. El voto. es obligatorio y desde hace 30 años es costumbre por parte de los partidos organizar toda una infraestructura de transporte en el país para movilizar a sus votantes.

Esta práctica, que en el caso de México es muy criticada por concebirse como un acarreo, sin embargo en Costa Rica se entiende como normal. Se calcula que de los 1.8 millones de votantes, al menos un millón de ellos son movilizados por los respectivos partidos. El PLN ha reconocido que gastará 1,3 millones de dólares en el traslado de sus simpatizantes hasta los colegios, mientras que el PUSC estima que su presupuesto para el transporte de su gente no alcanza el millón de dólares.

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La campaña que ha precedido a estas elecciones ha sido muy virulenta. Pese a que mañana concurren 16 partidos a las urnas, de los cuales sólo ocho aspiran a la presidencia de la República, han sido las dos fuerzas mayoritarias, y especialmente sus candidatos, quienes han protagonizado la disputa electoral.

Figueres, de 49 años e hijo del padre de la Costa Rica moderna, ha sido acusado por su contrincante, el economista Miguel Ángel Rodríguez, de 54 años, de la muerte de un traficante de drogas en 1973.

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