"Corcuera no ha sido neutral en Galicia"

Llegó a la política de la mano de Francisco Vázquez, alcalde de La Coruña y principal representante guerrista en Galicia, quien ha sido ahora el principal responsable de su dimisión como secretario general del PSOE gallego. El estruendoso fracaso socialista en las elecciones autonómicas del pasado octubre parece haber truncado momentáneamente la carrera política de Antolín Sánchez Presedo.Pregunta. Usted empezó en la política de la mano de Francisco Vázquez. Lo ocurrido parece lo que un freudiano llamaría asesinato del padre.

Respuesta. Comencé en la política bastante vinculado a él e hicimos un buen trabajo juntos. Pero desde que fui secretario general, procuré serlo para todos los socialistas. Trabajé para que el partido en Galicia superase un periodo muy largo de inestabilidad.

P. ¿Pero qué fue lo que provocó la ruptura?

R. Algunos compañeros, consideran do las dificultades que tenían estas elecciones autonómicas, han querido convertirlas en unas primarias del congreso federal y deslegitimar una apuesta sincera por la renovación del partido. Esto ha roto el diálogo.

P. Usted incluso ha dicho que la conducta de Vázquez y su grupo es amoral...

R. Porque han cuestionado injustamente las candidaturas, han boicoteado la campaña y el propio Paco Vázquez ni siquiera votó. Este comportamiento me parece desleal. Se ha convertido a Galicia en moneda de cambio en los asuntos del partido.

P. ¿Y a qué se refiere cuando anuncia que va a desenmascarar el juego sucio dentro del socialismo gallego?

R. Pretendo hacer una llamada de atención. Lo sucedido es un camino que debe quedar definitivamente cerrado. No se puede permitir que las diferencias se conviertan en divisiones, ni que haya compañeros que hagan daño. a la organización con su comportamiento. Esto es injustificable.

P. En los últimos tres meses habrá tenido tiempo para meditar sobre el fracaso electoral.

R. Todos sabíamos que las elecciones no iban a ser nada fáciles. Yo me siento orgulloso de haber dado un paso al frente y haberme comprometido. Creo que presentaba un buen proyecto, que hice un esfuerzo real de apertura a la sociedad, pero hay que constatar que los gallegos no quisieron considerar una alternativa a Fraga. Tras las elecciones se podría haber planteado una reformulación del proyecto, pero de forma no traumática. Sin embargo, había intereses en quebrar la, situación del partido por una jugada a corto plazo con vistas al congreso federal. En todo caso, ya he dicho que asumo plenamente la responsabilidad por los resultados.

P. ¿Alguien le animó a no dimitir tras las elecciones o fue una decisión personal?

R. Mi dimisión ha sido al contado, a los 90 días de las elecciones, como en la vida mercantil. Inmediata, pero ordenada. Lo que no quería era abandonar sin poner en marcha el proceso precongresual y garantizar la sucesión. No lo hice en el primer momento porque entonces se levantaban las voces de quienes habían saboteado la campaña y no quise concederles autoridad. Fue una decisión personal, para poner en evidencia a quienes ni siquiera habían votado por el partido, resaltar que en una organización democrática no valen las malas artes. Me siento orgulloso de haber intentado ganar las elecciones, mientras algunos apostaban por perder.

P. ¿Galicia fue un laboratorio para experimentar el proyecto renovador?

R. Al contrario. Los adversarios de la renovación trataron de descalificarla en las elecciones sabiendo que era un compromiso muy difícil. Éste fue un proceso respaldado por el conjunto de la organización, lo que pasa es que se ha falsificado. Algunos decían que era excluyente, pero lo que se trataba era de impedir que nadie acaparase dos cargos públicos y ampliar la base de participación de los militantes en las candidaturas. Pero Paco Vázquez quería que fuesen unos compañeros determinados.

P. Durante la campana, estuvo arropado por importantes dirigentes nacionales. Pero después nadie salió en su defensa. ¿Se ha sentido abandonado?

R. No, porque la reflexión posterior a la campaña era una cuestión interna, que nos afectaba a los socialistas gallegos. Lo que lamento es que esa reflexión haya estado mediatizada por una lucha de poder.

P. ¿Le parece José Luis Corcuera la persona idónea para propiciar la integración?

R. Debe ser Felipe González quien elija al secretario de organización y éste debe estar claramente identificado con la mayoría del partido. A José Luis Corcuera yo lo aprecio como político, pero en Galicia no ha sido neutral.

P. ¿También ha conspirado con los guerristas, como dijo Joaquín Leguina en Madrid?

R. Si no ha sido neutral es que no ha desempeñado ese papel que él mismo se proponía, que intentaba favorecer posiciones comunes. Ha navegado claramente escorado.