El futuro de Madrid
Joaquín Leguina no desea repetir como candidato socialista a la presidencia de la Comunidad de Madrid en las elecciones de mayo de 1995. Tras 11 años en el cargo, considera agotada su etapa política como primer dirigente de una región en la que viven cinco millones de personas y que se ha derechizado en los últimos años. Ahora, la batalla por su sucesión está abierta. No es la única. El Ayuntamiento de Madrid hace ya cuatro años que, no es socialista y necesita un candidato con garantías de éxito. Leguina cree que los candidatos socialistas deben ser "personas conocidas y apreciadas socialmente" y espeta que los guerristas madrileños colaboren en el congreso regional, que se celebrará en mayo, y elegirá a una nueva ejecutiva, para que los acuerdos respecto al futuro del PSOE en Madrid sean unánimes. "Las gentes de buena voluntad que han estado a favor del guerrismo tendrán que cambiar de posición tras el congreso federal. Porque ya no hay que resistir más. Guerra estará en la ejecutiva, espero".El presidente madrileño cree que la oferta electoral en las próximas autonómicas debe ser distinta a la de comicios anteriores y piensa que para tomar la decisión habrá que tener en cuenta "el consejo de las encuestas". Sobre la posibilidad de que su compañero Juan Barranco encabece alguna de las listas, Leguina señala: "No sé lo que querrá hacer el señor Barranco.- El señor Barranco ha sido desde el 79 diputado nacional, teniente de alcalde, alcalde y senador; y ahora jefe de la oposición municipal. Yo he sido desde el 79, concejal, diputado y presidente de la Comunidad, Y secretario general de la FSM. Bueno, ¿Por qué no pasamos a hacer otras cosas?".
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