El Ateneo, sin presupuestos
La carta del contador del Ateneo revela que para el año 1994 el Ateneo no cuenta con presupuestos legales:a) El proyecto presentado a la junta de socios no ha pasado la preceptiva reunión de junta de gobierno para examinarlos.
b) Ha sido confeccionado por empleados sin la información ni la responsabilidad estatutarias, y por mandato de algunos directivos que no representaban a la junta, según el reglamento.
c) Han pasado a junta de socios sin reunión de directiva que los aprobase.
Los presupuestos son el fundamento material de la actividad del Ateneo. La manera irresponsable e irregular como los ha tratado la junta no puede ser admitida.
Si observamos el proyecto, notamos:
1. Se prevé una reducción de ingresos por cuotas de unos 17 millones de pesetas. Pero no se analiza, ni siquiera se plantea, la causa de esta huida de socios. Sólo esto: "Reducción de los recursos propios por disminución de número de socios".
2. También se prevé una caída de 14,5 millones en la subvención del Ministerio de Cultura. Tampoco se valora su trascendencia, ni se buscan causas ni salidas.
3. Nada se informa de las obras en curso, que llevan más de dos años de retraso sobre la fecha prevista en principio. El aumento de gastos (jornales, materiales), año tras año, no cuenta para la directiva.
La presentación de estos presupuestos muestra un estilo de dirección que desacredita al Ateneo, degradando su imagen a niveles inconcebibles.
Y no debe olvidarse que el Ateneo, sede por excelencia de la libertad de expresión y creación en España, dispone de un prestigio acumulado en muchas generaciones, que constituye su principal patrimonio.
El comportamiento de la junta, en relación con el presupuesto, redondea otros hechos que erosionan gravemente la reputación del Ateneo. El principal de esos hechos fue la incapacidad de la directiva para presentar un programa de actividades de una mínima envergadura con motivo del V Centenario y de la capitalidad europea de la cultura. El. Ateneo fue el gran foro intelectual del IV Centenario, y se recordará que, en los años anteriores a 1992, tanto el Ayuntamiento como el Ministerio de Cultura contaban con esta casa como un centro privilegiado de las actividades de la capitalidad cultural.
Sin embargo, nuestra directiva no preparó un solo proyecto de enjundia, como decimos. Es más, ofreció una imagen penosa al responder, en la prensa, a críticas de algunos ateneístas, que si no se hacía casi nada era porque no había subvenciones. Parecía ignorar que las subvenciones sólo se obtienen, y aun así con dificultad, si se presentan proyectos coherentes y bien elaborados.
La irresponsabilidad y falta de transparencia que marcan a esta junta de gobierno están llevando al Ateneo a una situación extremadamente peligrosa. No es fácil creer que esto ocurra por simple desidia o incapacidad. ¿Existe algún propósito deliberado contra la institución? En cualquier caso, los socios deben estar informados y tomar conciencia de un proceso que sólo puede llevar al desastre, y al que habrá que poner coto.- y tres firmas más.
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