La condición es transparencia
EL SANEAMIENTO de Banesto costará a los contribuyentes un míninio de 140.000 millones de pesetas, cualquiera que sea la fórmula técnica que se aplique. ¿Valía la pena? Una aportación- pública de este volumen exige que el Banco de España ofrezca argumentos sólidos, comprensibles para el ciudadano medio, sobre su necesidad y la ausencia de alternativas menos costosas.Es cierto que la estabilidad del sistema financiero y su solvencia con vistas a los inversores exteriores son asuntos de interés general. De ahí que en todos los países, incluso los de mayor tradición liberal, existan mecanismos de garantía de los depósitos constituidos en parte con fondos público. Pero también es cierto que desde hace años se viene afirmando que no existe mecanismos, más eficaz de asignación de recursos que el mercado; que es éste quien premia o castiga el grado de eficacia en la gestión. Esa lección es contradictoria con que el Tesoro tenga que acudir en defensa de los intereses privados de los accionistas de un banco. Y con que el Banco de España garantice todos los depósitos de un banco en crisis, y no sólo los 1,5 millones respaldados por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD): esa garantía adicional evitó el pánico a final de diciembre, pero ¿se apoyaba en bases jurídicas suficientes?
El volumen de apoyo público y el nivel de contradicciones existente necesitan de una total transparencia para que el plan de saneamiento sea aceptado por los ciudadanos de este país. Y como más vale prevenir, convendría arbitrar alguna fórmula que permitiera el seguimiento de cada paso por alguna instancia representativa.
Esa exigencia abarca también a las eventuales responsabilidades del anterior equipo de gestión. El recurso presentado por éstos contra la intervención del Banco de España ofrecerá quizá ocasión para dilucidar la adecuación jurídica de la intervención. Pero ¿por qué no se ha abierto aún expediente a los antiguos consejeros y ejecutivos? Fueron destituidos fulminantemente por su deficiente gestión: ¿no deben aclararse sus responsabilidades profesionales, administrativas y de otro tipo, si las hubiere? ¿No se ha hecho así- en otras crisis bancarias? ¿O se pretende correr un velo sobre las mismas? Los contribuyentes tienen derecho a conocer el alcance de esas responsabilidades. De otro modo, jamás se discriminará entre el buen y el mal gestor.
Más aún porque, frente a los 503.000 millones de pesetas descubiertos. por el Banco de España, el nuevo equipo de Banesto ha cifrado en 605.000 millones los saneamientos necesarios. Esa cantidad excede el valor de los recursos propios -el capital social más las reservas- de Banesto. La solución propuesta por el nuevo equipo gestor y el Banco de España, finalmente aceptada por la banca privada, no supondrá, sin embargo, que los accionistas pierdan la totalidad de su inversión en Banesto.
La disminución de recursos -propios que el banco soportará será de 320.000 millones de pesetas; el resto, hasta los 605.000 millones, lo absorberán a partes iguales el Banco de España -o sea, los contribuyentes- y los bancos privados, -a través de sus aportaciones al Fondo de Garantía de Depósitos. Al final, el valor nominal de las acciones actuales se ha reducido de 700 a 400 pesetas. A partir del martes será el mercado bursátil el que fije el valor efectivo de la acción, pero el mercado cuenta ya con esa aportación de 140.000 millones del Banco de España al saneamiento.
Es relevante para la transparencia del mercado bursátil y para el mantenimiento de la credibilidad de las instituciones disponer de los ajustes patrimoniales precisos. Y también explicar detalladamente los fundamentos en que se ha basado esa distribución de ajustes y las vías decididas para la recapitalización del banco: los medios de obtención de los recursos necesarios para aumentar el capital hasta satisfacer las exigencias de coeficientes de recursos propios, una vez que ha sido descartada la inmediata liquidación del banco. La cifra de la ampliación de capital ha sido establecida en 180.OOO millones de pesetas. Esos recursos serán suministrados en su totalidad por el FGD, institución que, recuérdese, se nutre del Banco de España y de las cuotas de los bancos privados.
Como consecuencia de esas dos operaciones -el saneamiento y la ampliación de capital-, el FGD no sólo absorberá una parte importante de las pérdidas de Banesto. Será además el principal aportador a esa ampliación de capital y se convertirá así en el mayor accionista de Banesto. El destino final de esa participación del FGD y el precio al que se transmita su participación serán otros dos factores básicos para evaluar la: gestión de la crisis en esta segunda fase.
La legislación en vigor exige que antes de un año se ofrezcan esas acciones en venta, en condiciones suficientes de publicidad y concurrencia. Por reducida que resulte la dimensión de Banesto tras los saneamientos, la adquisición de una parte significativa de su capital por uno de los grandes bancos alteraría la actual correlación de fuerzas en el sistema bancario español. Razón de más para extremar esa exigencia de transparencia, no fuera el caso que el dinero público acabe financiando una operación de depredación de una entidad en crisis por otras.
Esta exigencia se extiende a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que ha anunciado, antes de que concluyera el acuerdo sobre el saneamiento de Banesto, que dispone de la información relevante suficiente sobre la situación del banco para que sus acciones vuelvan a cotizarse el martes. Hay que suponer que la información de que disponen los responsables de la CNMV sea más precisa que la conocida por los ciudadanos en el momento en que se hizo pública la decisión de suspender la cotización. Debe explicarla. Deben explicarse.
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