_
_
_
_
Reportaje:ANIMALES EN LA CIUDAD

Canes civilizados

Cómo hacer del perro un madrileño ejemplar

Un ciudadano de Madrid se puede llamar Bobby o Canelo. No paga impuestos ni vola, pero tiene que cumplir sus obligaciones como todo madrileño: dejar la basura dentro de los contenedores, no agredir a nadie ni hacer ruido durante la noche. Pero son los dueños quienes son responsables de que respeten las normas cívicas. Si no recogen las boñigas de sus chuchos, la sanción puede llegar a las 15.000 pesetas, pero sólo se han tramitado 10 multas el año pasado. El propietario también tiene algunos derechos: puede llevar al perro en taxi o a un café, siempre que lo acepte el conductor o el camarero. El Ayuntamiento de Madrid ofrece a partir del martes cursos para enseñar a los propietarios de los 100.000 canes que viven en la ciudad a educarlos de modo que no molesten a los demás vecinos.

Más información
Taxi libre para el chucho

Nadie lo duda. Un perro aprende a ser limpio si se le enseña correctamente. ¿Cómo? "Con pa ciencia", responde José Antonio Villarrubla, uno de los responsa bles del curso que ha puesto en marcha el Ayuntamiento de Madrid. "El cachorro está dispuesto a obedecer y a aprender todo; es muy sencillo", explica. Lo ideal sería que los canes tuviesen retretes (césped o tierra) cerca de casa donde puedan aliviarse a gusto sin ensuciar la suela del viandante. No siempre es así y el Ayunta miento no prohibe que los perros se agachen en las aceras. Eso sí, eldueño que no recoja la boñiga puede ser multado y su desidia le puede costar hasta 15.000 pese tas. Para recoger las cacas se ex tenderán a casi toda la ciudad ex pendedores de bolsas de plástico y contenedores. "Los perros pueden aguantar las ganas bastantes hora!",afirma el veterinario Miguel Angel Martínez. "Para enseñarle es fundamental indicarle qué sitios son adecuados y cuáles no, y sobre todo no consentirle nunca y se:r constante", añade.En lo que se refiere a limpieza, Martínez afirma que no existen diferencias raciales. "Unos aprenden antes que otros, pero su capacidad es bastante simila1r", matiza. Si se le apura, el vete:cinario recuerda que hay tipos de perros ,menos controlables", como los teckel de pero duro, caniches y pequineses, "que son tan inteligentes que saben buscarle las vueltas al dueño y le torean".

Pero el perrero tiene otras obligaciones con su chucho y con sus vecinos. Todos los canes deben estar vacunados contra la rabia, a pesar de que muchos veteririarios cuestionan la utilidad de esta medida, ya que esta enfermedad está prácticamente erradicada en España. Aunque ninguna norma lo exige, es importante dar al can el tratamiento preventivo del quiste hidatídico, ya que se puede contagiar el parásito al hombre. El dueño debe ponerse en contacto con las autoridades sanitarias (puede hacerlo a través del veterinario) si el animal, contrae alguna enferrredad contagiosa grave (rabia y leishmaniasis, entre otras).¿]Le molesta?

Todos los decálogos parten de una misma máxima: el perro no debe molestar a los vecinos. Algo muy relativo si se tiene en cuenta que hay quien teme a los canes o simplemente no le gusta encontrárselos en la escalera. No hay reglas fijas. Las ordenanzas municipales no consideran molestias fundadas las que se derivan de la naturaleza' misma del animal.

El director del Laboratorio Municipal, Jaime Gómez Mascaraque, explica que evidentemente un perro ladra de vez en cuando y eso no lo puede evitar inadie. "Otra cosa es que no deje dormir a los vecinos; lo mismo rige para las personas: no se puede poner música a todo volumen a las tres de la madrugada", aruye. Tampoco se puede imponer compartir el ascensor con el can y se debe esperar a que se quede libre si el vecino así lo pide.

Otra de las obligaciones del amante de los canes se refiere a su identificación. Hay que censar al perro en los servicios municipales correspondientes y dotarle de un carné de identidad que lleva permanentemente. Hasta el momento se tatuaba un número en la cara interior del muslo obrazo del animal, pero ahora el mercado ofrece un microchip que se introduce bajo la piel del can sin dolor con un aparato similar a una pistola. Otro mecanismo lee los datos registrados en ese botón. En caso de que el perro se pierda o sea abandonado y llegue a la perrera municipal, se puede localizar a su dueño e imponerle una sanción si se demuestra que le había despedido.

Además de no abandonarle, el propietario de un perro debe tratar correctamente a un animal: una cosa es consentir todo y otra maltratarle. Pero la polémica surge cuando se trata de establecer si determinadas prácticas (cortarles las orejas o el rabo) constituyen una mutilación reprobable. Gómez Mascaraque es contrario a estas costumbres, prohibidas en el Reino Unido. "Si los perros tienen las orejas largas, por algo será", afirma, "pero, por otra parte, lo que se corta no son partes vitales, sino cartílagos, y las operaciones suelen ser poco dolorosas".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_