Subida o bajada
La reciente subida de las tarifas en un medio de transporte público madrileño tan popular como es el taxi sugiere varias cuestiones que conviene poner de manifiesto.Es dudoso que con una tarifa más alta la rentabilidad sea mayor, sobre todo si tenemos en cuenta que el número de clientes es limitado y puede además fluctuar a la baja. Casi se puede asegurar que la primera consecuencia producida por la citada subida va a suponer una reducción en el nivel de utilización -es decir, más horas sin cargar, mayor número de kilómetros en vacío-lo que se traduce en un incremento añadido en los costes de explotación. Las instituciones públicas madrileña!, Ayuntamiento y CAM, así como las organizaciones empresariales del sector del taxi, al utilizar la subida de tarifas, sin más, ponen en tela de juicio sus verdaderas intenciones con respecto a los auténticos problemas: caos circulatorio, competencia desleal, intrusismo, pluriempleo ¡legal, injusto tratamiento fiscal, anomalías en el trato y en el cobro, encorsetamiento del área de prestación conjunta, y así todo un cúmulo de irregularidades e ¡legalidades que debieran ser abordadas por la, vía de urgencia.
Desde la federación del taxi de Comisiones Obreras nos tememos que la manida crisis económica se convertirá, una vez más, en un eficaz comodín y argumento recurrente del que se echa mano para ocultar incapacidades personales y mediocridad en la gestión. Aparentar en contrar la solución, como se ha hecho, una vez más, en el bolsillo de los usuarios entraña poco riesgo para los responsables de tal medida, pero denota escasa capacidad y poca imaginación- . Secretario de la federación del taxi de Comisiones Obreras.
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