Los socialistas madrileños quieren modificar la reforma laboral para mantener la autorización previa al despido
Los socialistas madrileños aprobaron ayer, poir unanimidad una enmienda para modificar la reforma laboral aprobada por el Gobierno de Felipe González. La delegación deMadrid defenderá en el 330 Congreso Federal del PSOE que se pongan límites a la ley que facilita el despido de trabajadores. "Estamos a favor de agilizar los trámites burocráticos, pero sin renunciar a la autorizaciónadministrtiva en los despidos colectivos, incluyendo los de menos de 10 trabajadores, ni ampliar las causas, pues significaría de hecho un incremento de los despidos por vía de su abaratamiento" señala la ennúenda.
Manuel de la Rocha, el representante de Izquierda Socialista que defendió esta propuesta de modificación de la reforma del mercado laboral, resaltó la importancia del unánime apoyo de la enmienda por parte de todos los sectores de la Federación Socialista Madrileña."Es la primera vez", dijo Manuel de la Rocha, "en que una instancia del partido se manifiesta en contra de un aspecto tan fundamental de la reforma del mercado laboral".
El dirigente de Izquierda Socialista se mostró muy crítico con la norma que permite a los empresarios despedir a sus trabajadores por razones organizativas. "Es tan genérico y universal", comentó, "que no hay empresario que no se pueda acoger a esa norma, lo que abaratará e incrementará los despidos". De la Rocha añadió que espera que este tipo de enmiendas sobre la reforma del mercado de trabajo sean aprobadas en el congreso de marzo con el apoyo de los guerristas y de los renovadores que están situados más a la izquierda.
Unico acuerdo
Este fue el único punto en que los socialistas madrileños lograron ponerse de acuerdo. En lo demás, Joaquín Leguina y Juan Barranco, líderes de los dos sectores enfrentados en la Federación Socialista Madrileña (FSM), abandonaron ayer el congreso regional de su partido, convencidos del triunfo y remarcando sus diferencias.
Sin embargo, la mayoría de los compromisarios que decid¡rán hoy si Madrid tiene color guerrista o renovador demostraron con sus comentarios terribles dudas respecto al resultado final.
La candidatura renovadora de Leguina cuenta con el apoyo de, Izquierda Socialista (IS) y presenta un cartel cargado de notables: entre ellos, figura el ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana; los ex ministros José Barrionuevo, Fernando Morán y Joaquín Almunia, y el actual secretarlo general de la Federación Socialista Madrileña, Teófilo Serrano.
Por su parte, Juan Barranco cerró una "lista por la integra ción", compuesta por los guerristas y el conjunto de militantes sin cargos públicos que se agrupan bajo la denominación de re novadores por la base. Este sector colocó a uno de sus hombres en el número dos de la lista, justo detrás de Barranco.
Los guerristas, que reúnen la mayoría de los votos en esta coalición, se conformaron con situar al primero de sus representantes en el tercer lugar. Barranco se reservó tres puestos para los suyos y los repartió entre el director general de Instituciones Penitenciarias, Pedro Pablo Mansilla; el concejal Saturnino Zapata y el abogado José Mariano Benítez de Lugo.
La incertidumbre del resultado y el equilibrio de fuerzas existente destapó ayer entre los socialistas madrileños una auténtica guerra de nervios donde no faltaron ni las descalificaciones ni las acusaciones subidas de tono. Los guerristas denunciaron durante todo el día las malas artes de sus oponentes.
Los renovadores están ejerciendo una presión brutal para obligar a algunos delegados a cambiar su voto afirmaron. Los renovadores replicaron con la misma contundencia: "Es la misma treta que utilizan siempre los perdedores", comentó un alto cargo de la Comunidad de Madrid.
Mientras tanto, Joaquín Leguina y Juan Barranco posaron juntos y sonrientes para regalar a los reporteros gráficos una instantánea del gran duelo. Es la primera vez que el presidente de la Comunidad y el ex alcalde de Madrid dirimen en una votación congresual sus diferencias políticas. No obstante, Joaquín Leguina advirtió ayer a Barranco sobre las consecuencias de su alineamiento con. los guerristas.
Maniobras de altos cargos
"Si gana la lista de los guerristas, ganará el guerrismo. Pero si pierden, perderá el cabeza de esa lista", indicó el presidente de la Comunidad para referirse a su oponente. El ex alcalde madrileño, por su parte, contestó denunciando las maniobras de algunos altos cargos renovadores para tratar de captar el apoyo de delegados mediante una serie de presiones.
Los colaboradores del presidente de la Comunidad Autónoma de Madrid se mostraron convencidos de la victoria y se atrevieron a adelantar su resultado final: "Tenemos 31 votos más que ellos", explicaron los improvisados matemáticos de la renovación.
En el lado opuesto, nadie daba crédito a ese pronóstico y todos se mostraban eufóricos respecto a la última votación: "Si no pasa nada, ganaremos por 60 delegados".
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