El Gobierno y ocho partidos mexicanos llegan a un acuerdo, histórico contra el fraude electoral

El Gobierno ha alcanzado un acuerdo, calificado ya de "histórico", con ocho de los nueve principales partidos políticos mexicanos con el fin de promover las reformas necesarias que hagan imposible el fraude electoral, uno de los males endémicos del país. Ésta era además una de las exigencias del Ejército Zapatista de Liberación Nacional que se alzó en armas el 1 de enero en el sureño estado deChiapas. El presidente Carlos Salinas, por otra parte, reiteró una vez más que no habrá modificaciones en la candidatura de Luis Donaldo Colosio al frente del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

No hubo repique de campanas en las calles de México pero sí quedaron aclaradas muchas cosas sobre el futuro inmediato del país después de que, en una operación sin precedentes, el nuevo secretario de Gobernación -cargo que equivale al Ministerio de Interior-,el constitucionalista Jorge Carpizo, lograra un acuerdo con ocho de los nueve partidos que competirán en las elecciones de agosto sobre un texto de ocho puntos cuyo principal fin es garantizar la imparcialidad de las próximas elecciones.El documento plantea que las autoridades electorales sean independientes y exige una profunda revisión del padrón electoral, uno de los focos tradicionales de conflicto. Reclama también un acceso equitativo y justo de los partidos a los medios de comunicación, lo que hasta ahora era imposible en este país, y propone la creación de la figura de un fiscal especial para la persecución de delitos electorales.

Con esta decisión no sólo se logra un importante avance en la democratización de este país, la asignatura pendiente del presidente Salinas de Gortari, sino que se responde desde el gran abanico partidista mexicano a una de las principales exigencias del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) para alcanzar la paz: elecciones libres y no condicionadas por el control que ha venido ejerciendo de forma hegemónica el PRI en los distintos procesos que ha celebrados en los últimos 64 años.

Sólo falló el Partido Popular Socialista (PPS), una minúscula fuerza política con apenas representatividad. Pero, por primera vez, el Partido de la Revolución Democrática, la formación de izquierda que encabeza Cauhtémoc Cárdenas, comprometía su firma junto al PRI en una operación de Estado. ¿Quién se beneficia con este acuerdo?, le preguntó un periodista a Cárdenas. "El que gana es el país", respondió.

El documento, aplaudido desde todas las instancias mexicanas, contiene una invitación al propio EZLN, al que no cita por su nombre, para que "se sume al proceso de transformación de la vida política del país". También hace referencia a las causas que motivaron el levantamiento zapatista: "Hay que profundizar las política s públicas de atención prioritaria a los grandes problemas y rezagos sociales del país, en particular de los campesinos, los trabajadores y las comunidades indígenas".

México moderno

Uno de los arquitectos de este acuerdo, sin precedentes en la reciente historia mexicana, Jorge Carpizo, uno de los pocos políticos independientes del sistema, se comprometió personalmente en el envite e hizo un compromiso de fe de que actuará con imparcialidad desde la Secretaría de Gobernación, que es el organismo que ha venido regulando históricamente las elecciones. "México, en varias ocasiones de su historia, ha luchado por ser un país moderno. Esto no se conseguirá plenamente si no existen elecciones limpias y creíbles. Declaro que mi actuación estará regida exclusivamente por nuestra Constitución y las leyes", dijo Carpizo.

El presidente Salinas, por su parte, celebró la iniciativa de estos ocho partidos y el compromiso de acatarla por parte de su Gobierno en un escueto mensaje antes de viajar a Davos (Suiza). Calificó de "trascendente" el acuerdo y advirtió que con ello "se fortalecen las instituciones de la República, se amplía la confianza en el proceso electoral y secrea también un clima favorable para avanzar en el proceso de reconciliación de Chiapas".

Horas antes, Salinas, en una reunión privada con todos sus secretarios de Gobierno, gobernadores de los diferentes Estados y parlamentarios de su partido, reconoció con respecto a Chiapas que había fallado el sistema de información del Estado.

En esa misma reunión, Salinas aseguró que Colosio es el único candidato del PRI, desmintiendo así personalmente los rumores que apuntan a un posible cambio de nominado -ya desmentidos hace una semana por el presidente del PRI- debido a la irrupción estelar de Manuel Camacho Solís, quien desde la posición de comisionado en Chiapas se ha labrado una gran reputación y ha logrado mucha popularidad.