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LA HUELGA DEL 27-E

El mundo del espectáculo se sumó en masa a la huelga

Actores, escenógrafos, directores de escena, tramoyistas, bafiarínes y artistas de diferentes especialidades que se sumaron al paro en su totalidad en toda España mantuvieron ayer, en el teatro Alfil de Madrid, una larga asamblea permanente en la que a medida que transcurría la jornada se fueron caldeando los ánimos y se debatieron numerosos problemas del sector. La asamblea fue intrepida para desplazar un piquete informativo al lugar donde Adolfo Marsillach, como director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, había convocado ensayos.

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Pero no sólo para ir a ver a Marsillach se interrumpió la asamblea de los artistas. También se cortó cuando se decidió hablar con Mara Recatero, directora adjunta del Teatro Español de Madrid y esposa de Gustavo Pérez Puig, director de este centro, que depende del Ayuntamiento.La actriz Mara Recatero salió al balcón del teatro Español para insultar a los representantes de este sector profesional que querían hablar con los actores que asistían a unos ensayos.

Ella, al tiempo que increpaba a los huelguistas, se puso a danzar al estilo de las más provocadoras coristas de cabaré. Recatero, en su lista de improperios e insultos a sus compañeros de profesión, llegó a mentar a la familia del actor Juan Echanove, quien se sintió especialmente entristecido por lo que estaba viendo y oyendo.

Esperpéntico

Juan Echanove calificó el improvisado espectáculo de la actriz como esperpéntico. "Pero no de los de la categoría de Valle-Inclán, sino de los de la peor calaña", dijo.

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"Si la cultura está en manos de estas personas sólo nos queda horrorizarnos y hacer un frente común para evitar que algo tan necesario para la sociedad actual, como es el teatro, desaparezca del panorama cultural español", añadió.

En dicha asamblea permanente también se calificó de cómplices del Gobierno y de la patronal en las actividades coactivas respecto al derecho de huelga de los trabajadores a personas como Adolfo Marsillach, Nacho Duato o Emilio Sagi.

Un piquete informativo compuesto por varios artistas -entre los que se encontraban Juan Echanove, Juan Diego, Fernando Marín, Juan Matute y Juan Margallo- cruzó palabras tensas con Marsillach, quien mantuvo su postura de defender el derecho al trabajo de su equipo.

Según fuentes de los organizadores, el mundo del espectáculo profesional paralizó prácticamente su actividad en toda España, aunque se dieron excepciones de convocatorias a ensayos y hubo algunos cines de grandes ciudades que, al final de la jornada optaron por abrir sus puertas a un público que no acudió.También locales de ocio como cafés-teatro, tablaos flamencos, pubs y bares con actuación se sumaron mayoritariamente a la huelga.

Muchos echaron cierre a las doce de la noche de la jornada del día 26, aunque con sus clientes habituales en el interior. Al día siguiente volvieron a abrir a las doce sus puertas para recibir a los consumidores de la noche.

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