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LA CRISIS DE BANESTO

Seguros descubrió en La Unión y el Fénix un déficit de cobertura de provisiones técnicas de 27.000 millones

La Dirección General de Seguros descubrió en La Unión y el Fénix un déficit del 20,71/o en la cobertura de sus provisiones técnicas, según consta en las conclusiones del acta de inspección que dio pie a la intervención delMinisterio de Economía en la aseguradora, filial de Banesto. Junto a ese déficit de 27.661 millones de pesetas, el acta reseña graves irregularidades, como la "existencia de cheques impagados, no provisionados, que integran el saldo de tesorería, en algunos casos desde el ejercicio 1989". El documento también alerta de la excesiva dependencia de la aseguradora con el Grupo Banesto. El 38,67% de las inversiones en renta fija de La Unión y el Fénix (41.190 millones) correspondían a empresas del grupo.

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La 14 páginas en las que los tres inspectores de Seguros encargados de estudiar La Unión y 91 Fénix detallan sus conclusiones recopilan un elevado número de anomalías contables y de operaciones sobrevaloradas que "no reflejan la verdadera situación patrimonial de la compañía".Entre la cascada de datos del documento, destacan los relativos a las deficiencias en la cobertura de las provisiones técnicas a la que están obligadas legalmente todas las compañías de seguros. El acta detalla que ese déficit global asciende a 27.661.140.000 pesetas, lo que representa el 20,7% del total de las provisiones técnicas a cubrir. Ese déficit es mucho más acusado en el caso de las pólizas del ramo de no vida (22.718 millones), que en las de vida (4.942 millones).

El control de la gestión, en general, y de la tesorería, en particular, son duramente criticados por Seguros en comentarios como éste: "la falta de coordinación entre los departamentos de inversión y tesorería, junto con la ausencia de los debidos controles en éste, han ocasionado que la entidad haya computado por duplicado bienes aptos a efectos de cobertura de provisiones técnicas por más de 3.4.00 millones de pesetas".

La lista de anomalías en la tesorería de La Unión y el Fénix se completa con "la existencia de cheques impagados, no provisionados, que integran el saldo de tesorería, en algunos casos, desde el ejercicio de 1989", "el excesivo número de operaciones sin conciliar", Ias operaciones pendientes de conciliar con antigüedades superiores a un año" y Ias diferencias entre el saldo contable utilizado en las conciliaciones y el saldo contable real".

Dependencia de Banesto

Otra de las características que reseñan los inspectores de Seguros en su informe sobre La Unión y el Fénix es su excesiva relación con Banesto y destaca tanto las, inversiones en renta variable como dos extrañas operaciones de compraventa realizadas por la aseguradora.

En cuanto, a la política de inversiones efectuada por la dirección de La Unión y el Fénix, el informe de inspección considera "que la política de inversiones en activos financieros está excesivamente concentrada en valores de renta variable en empresas del Grupo [Banesto], asociadas y participadas. Estas inversiones representan un 38,67% unos 41.190 millones de pesetas sobre el total de las inversiones financieras". "Conviene destacar", continúa el acta" "que sobre dicho importe [41.190 millones], un 72,3% corresponde a valores no cotizados, que no reúnen los requisitos de aptitud para cobertura de provisiones técnicas".

Respecto a las deficiencias en el proceso contable de la compañía, la Dirección General de Seguros resalta las siguientes observaciones, entre las que se encuentran dos supervaloradas operaciones intergrupo:

"En el ejercicio 1990, entre otros beneficios por realizaciones de inversiones, se han contabilizado 2.878 millones de pesetas con ocasión de la venta y posterior recompra del 49,5% del capital social Costa Canaria de Veneguera, realizada con la sociedad Urbis. Dicho beneficio no supuso una mayor entrada de tesorería u otros activos, sino que se materializó en una mayor activación de la inversión contabilizada en el ejercicio anterior'. El acta sigue esta operación y remarca que "en el ejercicio 1991, se han considerado las plusvalías obtenidas por la venta del 49% del capital social de Costa Veneguera a la sociedad Corporacion Financera Grup, por un importe total de 3.288 millones de pesetas". Los cálculos de Seguros, recogidos en la resolución de intervención de la aseguaradora del 29 de diciembre de 1993, apuntan que "el precio total de pagado [en el conjunto de la operación] ascendió a 6.860 millones de pesetas, frente a un valor teórico de 1.277 millones" (Véase EL PAÍS del 11 de enero de 1994).

En 1992, la principal plusvalía por realización de inversiones financieras se ha generado como consecuencia de la operación de venta del 50,81% de las acciones de la sociedad El Fénix Español. El precio de venta total de esas acciones se eleva a 7.083 millones de pesetas, en tanto que el valor teórico correspondiente a la participación vendida se puede cifrar en unos 1.000 millones de pesetas". Además, el acta continúa: "De la información remitida por el Banco de España, se desprende la existencia de indicios de que la financiación de la operación proceden de préstamos concedidos por Banesto".

La entidad no ha provisionado, a finales de 1992, deudas fiscales cuantificadas, según diversas actas tributarias levantadas en actas de disconformidad, por un importe de 590 millones de pesetas".

-"Los saldos contables de las diferentes sucursales y oficinas principales no reflejan los saldos reales a diferentes fechas".

"No se han provisionado, a finales de 1992, las minusvalías que presentaban las inversiones materiales a la vista de las tasaciones realizadas hasta esa fecha por la entidad autorizada al efecto".

Pérdidas

Este conjunto de ajustes fue el que transformó el resultado de fintivo de la aseguradora en 1992. Frente a los 408 millones de pesetas de beneficio que la compañía presentó al final de ese año, el acta de Seguros convierte los números negros en rojos, por una cantidad global de 12.058 millones de pesetas. Esta cantidad, dice el acta, "representa el 239% del capital social desembolsado y el 58% de los fondos propios".

Posteriormente, estas pérdidas se redujeron, hasta situarse ligeramente por debajo de los 12.000 millones. En la actualidad, La Unión y el Fénix se encuentra en un proceso de fusión por absorción con AGF Seguros, filial de la francesa AGF.

Siniestros sin datos

Una de las pruebas que realizó la inspección de la Dirección General de Seguros en La Unión y el Fénix incluyó un muestreo "representativo" de expedientes de siniestros en autos y responsabilidad civil. Lo que parecía mera rutina acabó en inesperada sorpresa, puesto que "en un significativo número de expedientes existe una carencia total de documentación", según describen los inspectores.Esa, carencia impidió conocer, de acuerdo con el acta de inspección, detalles importantes para cualquier aseguradora como "el origen del siniestro y la delimitación de responsabilidades; el alcance de los daños producidos a los perjudicados (tasaciones); las actuaciones judiciales en curso y los justificantes de pagos y finiquitos".

Otro de los extremos que destaca la inspección está el desfase temporal "desactualización": "Existen siniestros en los que la última información que se contiene presenta una antigüedad superior al año". . La complicada situación de La Unión y el Fénix ya se había puesto de manifiesto en la última auditoría, efectuada por Arthur Andersen. Entre las nueve salvedades realizadas, el auditor destaca que el 3,24% de Banesto que poseía la aseguradora tenía un coste en libros de 10.402 millones de pesetas. Además, el auditor señala que el grupo consolidado de La Unión y el Fénix tenía unas pérdidas de 3.964 millones de pesetas.

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