La huelga

Nos jugamos mucho, señores dirigentes de los sindicatos. Hay que ser responsables y pensar en el bien común, en vez de en el suyo particular. Sean serios; ustedes lo saben bien: esta huelga no va a solucionar la crisis, sino todo lo contrario. Lo que necesitamos para superar la crisis es trabajar más y mejor y dar confianza a los inversores nacionales y extranjeros.Yo les desafío a mantener la huelga, pero respetando, a la vez, el derecho al trabajo de todos los que no piensen como ustedes. Pero estoy seguro de que no hay... No hay valentía para convocar una huelga y dejar libertad a los trabajadores para secundarla si quieren o para trabajar si lo desean. No hay respeto a la libertad de los demás..., necesitan recurrir a los piquetes para obligar al que no quiera seguir sus dictados. No hay seguridad -sino todo lo contrario- de que si funcionan normalmente los transportes públicos (trenes, metros y autobuses) la huelga sea secundada (la única

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forma para que triunfe la hueIga es impidiendo que los trabajadores podamos acudir al trabajo).

Si respetan la libertad de los demás y son verdaderamente demócratas, si piensan en los trabajadores y no en sus intereses personales- ' yo les propongo mantener la huelga sin utilizar piquetes informativos-coercitivos (que el que quiera trabajar pueda hacerlo sin que corra peligro su integridad física ni la de sus bienes materiales), respetar los servicios mínimos de los transportes públicos (que los empleados de la EMT y el Metro puedan trabajar si lo desean, que no se pinchen las ruedas de los autobuses ... ) para que los que no tenemos coche podamos acudir a trabajar si queremos.

Por último, me dirijo al Gobierno: utilicen las medidas necesarias para defender nuestro derecho al trabajo, igual que ya se defiende el derecho a la huelga. Emprendan las acciones legales oportunas contra los que amenazan con recurrir a la violencia para lograr el éxito de la huelga y contra los que de hecho recurran a ella para impedir que los que queramos trabajar lo hagamos.- .