González aumenta su poder al frenar a Guerra
El fracaso guerrista en Andalucía y Murcia da a los renovadores la mayoría en nueve federaciones
El secretario general del PSOE, Felipe González, tiene hoy más libertad de acción que hace tan sólo 48 horas. La clara derrota de los guerristas (con un 28% de los delegados al congreso federal) ante los renovadores e integradores (72%), en los congresos provinciales previos a la cita de marzo, permite al líder socialista tener las manos mucho más libres para diseñar una Comisión Ejecutiva a su gusto. Los renovadores, triunfadores, ofrecen a González libertad para su acción política. Los guerristas, perdedores, le - demandaban una presencia en el aparato de poder, pero su derrota les impedirá poner condiciones. Aun así, los seguidores del número dos del partido enmascaran su decepción con la idea de que el PSOE llega "absolutamente dividido" al 33º Congreso.
Renovadores e integradores han conseguido alzarse con la mayoría en 14 de las 20 federaciones socialistas; los guerristas, sólo en seis. Las grandes sorpresas han sido Andalucía y Murcia, feudos tradicionalmente controlados por los partidarios del vicesecretario general, Alfonso Guerra, en los que se han impuesto los renovadores o felipistas. La representación de los felipistas es actualmente del 72%, ya que a sus nueve federaciones se han sumado las que formalmente se denominan integradoras. Éste es el caso de Valencia, País Vasco, Canarias, Cataluña y la Federación Exterior (militantes que residen en el extranjero). Sus líderes -Joan Lerma, Ramón Jauregui, Jerónimo Saavedra, Raimon Obiols- son felipistas, pero han acogido en sus filas a una minoría guerrista.La próxima semana se celebrarán los congresos de Madrid (que elige 52 delegados) y León (20). Con ellos y otros tres pendientes en agrupaciones locales de La Coruña, habrá culminado el proceso previo al 330 Congreso. En esta situación, los felipistas disponen ya de 585 delegados, frente a 227 guerristas.
Los datos guerristas
Fuentes del aparato de Ferraz ofrecen, en cambio, cifras distintas. Estas fuentes, cercanas a Guerra, aseguran que el reparto final por tendencias de los 887 delegados será el siguiente: guerristas, 310 (un 34,9%); renovadores, 375 (un 42,4%), e integradores, 202 (un 22,6%). El cálculo incluye ya una proyección de datos de los dos congresos provinciales aun no celebrados -León y Madrid-. Así, estos dirigentes del aparato calculan que los 52 delegados madrileños se repartirán de la siguiente forma: 24 guerristas, 24 renovadores y 4 integradores. "Estos son los datos buenos y la, realidad nos dará la razón", recalcan estos dirigentes.
Los partidarios de Guerra se encontraban ayer decepcionados por haber obtenido un resultado lejos de sus objetivos. Sus cálculos les fallaron en los tres últimos días, por el espejismo del resultado en las votaciones en las agrupaciones locales, previas a los congresos provinciales del pasado fin de semana. La pérdida inesperada en Andalucía y Murcia -que suman casi un tercio de los 887 delegados al cónclave- les ha hecho descender vertiginosamente en sus optimistas previsiones, una vez que los militantes han votado de manera secreta.
Los renovadores han vivido la situación de manera diferente. El hecho de que la poderosa federación andaluza pase a engrosar su casilla se considera el éxito más importante en toda la lucha, ya que era el feudo de Guerra.
La satisfacción de los renovadores se ha visto redondeada por su éxito absolutamente inesperado en Murcia, donde por dos votos de diferencia el guerrismo pasa a ser minoría. Además, los renovadores han barrido en sus feudos tradicionales, como Castilla-La Mancha. Incluso una lista alternativa, presentada en Toledo por Fernando Mora, secretario del ex ministro del Interior, José Luis Corcuera, ha sido arrasada.
González y Guerra han seguido expectantes el proceso del fin de semana. Nada se sabe del número dos, pero sí del secretario general. González continuará con su tesis de que su papel es el de árbitro y ahora le corresponde rebajar la tensión que este proceso ha producido en su partido. González ha expresado en los últimos días su deseo de contar con la libertad suficiente para diseñar una Ejecutiva integradora y con la que él pueda trabajar cómodo. Con estos resultados lo ha conseguido.
Con el argumento de que cuanto menos poder tenga Guerra menos presionado se sentirá González, los dirigentes renovadores consideran bueno para su estrategia que el guerrismo haya perdido posiciones en los últimos días. Desde esta perspectiva, Alfonso Guerra ya no tendrá la fuerza suficiente para imponer en la nueva Ejecutiva a todos los hombres de su confianza con los que desearía contar. Su futuro queda, pues, en manos de lo que decida Felipe González.
El líder socialista seguirá manteniendo, en los próximos días, entrevistas con todos los secretarios regionales del partido para conocer su opinión sobre la situación tras estas elecciones internas y escuchar sus puntos de vista sobre cómo debe ser la próxima Ejecutiva. Hasta ahora se ha reunido con el presidente de Castilla-La Mancha, el renovador José Bono; con el secretario general de los socialistas vascos, Ramón Jáuregui, y con el presidente valenciano, Joan Lerma. Estos dos últimos, ambos renovadores, encabezarán sendas delegaciones bajo el rótulo de la integración, pues en sus filas figuran destacados guerristas en minoría. Lerma, tras entrevistarse con González hace unos días, se ha reunido también con el vicesecretario general.
González quiere zanjar de inmediato el debate de las listas y reconducir la preocupación del PSOE a las ponencias políticas. El pasado jueves dijo claramente que no iba a desvelar más nombres de los futuros componentes de la Ejecutiva hasta el Congreso de marzo. González ha comentado que las numerosas delegaciones internacionales que van a asistir al cónclave tienen mucho interés en conocer cuáles son las propuestas de un partido socialista tras 11 años en el poder.
Entrevista con Chaves
La ronda de conversaciones de González continuará hoy con el presidente andaluz, Manuel Chaves, con quien tiene mucho que hablar después de lo ocurrido este Fin de semana. De nuevo se planteará la cuestión de si Chaves debe o no presentarse a la elección para la secretaría general de los socialistas andaluces en competición con el guerrista Carlos Sanjuán. No obstante, la principal preocupación de González y Chaves tiene que ver con las elecciones andaluzas de junio.
El número uno del PSOE deberá empeñar toda su autoridad, de cara al Congreso de marzo, dado que lo ocurrido este fin de semana y durante todo el proceso precongresual ha dejado al partido absolutamente dividido. Las victorias y derrotas por muy pocos votos se repitieron ayer y anteayer en muchas provincias, por lo que las fuerzas de guerristas y renovadores son cuantiosas, a pesar de que en razón del sistema de representación del PSOE la minoría obtiene el 25% y la mayoría el 75% restante.
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