Los partidarios del "número dos" en la comunidad andaluza no tiraran la toalla

Los guerristas andaluces reconocen la severa derrota que han sufrido en los congresos provinciales, pero no están dispuestos a arrojar la toalla. El inesperado triunfo de los renovadores en Málaga y Huelva -los feudos más sólidos de Alfonso Guerra en la comunidad- por 27 votos de diferencia reventó las previsiones globales que manejaban ambos grupos. El "sistema interno de elección en el PSOE no es proporcional puro: un voto de diferencia pesa tanto como 10 y la lista más votada obtiene automáticamente el 75% de los delegados, mientras la derrotada logra el 25% restante, siempre que consiga al menos el 20% de los sufragios.Eso fue lo que ocurrió en Huelva y Málaga, donde al final del congreso los delegados corearon el nombre de Felipe González y abuchearon al secretario regional, el guerrista Carlos Sanjuán. Los guerristas no se explicaban ayer el porqué de esa fuga de votos, aunque sus críticas apuntaban a los delegados de la Junta en las provincias, a los que acusan de presionar a los alcaldes a cambio de futuras inversiones. Sanjuán, incluso, ha acusado a los renovadores y a la Diputación de Málaga de usar en ese sentido la promesa de inversiones del Plan de Empleo Rural (PER).

El secretario regional admitió ayer su desconcierto por los resultados y aseguró que, "en términos generales", las diferencias entre ambos sectores "son muy pequeñas". Sanjuán agregó que "al día de hoy" mantiene su candidatura a la secretaría del PSOE andaluz.

Este dirigente andaluz admitió la posibilidad de no encabezar una candidatura en el congreso regional de abril, pero dio por hecho que habrá una opción distinta a la que en Andalucía defiende el presidente de la comunidad, Manuel Chaves. "Estoy en este debate-confrontación por mi defensa de un modelo de partido, que pienso que es el mejor para Andalucía. A mí un partido débil, sin cohesión ni disciplina, no me gusta absolutamente nada", señaló.

El portavoz socialista en el Parlamento autonómico, el guerrista Enrique Linde, advirtió que, mientras los renovadores conforman un grupo "de aluvión", los guerristas han demostrado una cohesión "a prueba de vendavales".

El triunfo renovador también fue notorio en la elección de los delegados al congreso regional de abril, que se hacía de forma paralela. En este caso, los renovadores lograron 292 delegados frente a 168 guerristas.