Basel el Asad, hijo y posible heredero político del líder sirio, muere en un accidente

Basel el Asad, hijo mayor y posible heredero político del presidente de Siria Hafez el Asad, murió ayer en un accidente de coche cerca del aeropuerto de Damasco, a los 31 años de edad. Su muerte se produce en un momento crucial para ese país de, Oriente Próximo que, tras la histórica entrevista entre el presidente norteamericano, Bill Clinton, y su homólogo sirio, Hafez el Asad, en Ginebra la semana pasada parece dispuesto a entablar la normalización de relaciones con Israel."Con profundo dolor y tristeza, el presidente anuncia al pueblo la muerte del comandante, ingeniero y paracaidista Basel el Asad, debido a un trágico accidente", reza el comunicado oficial. Minutos antes de que lo hiciera público la radio siria, el presidente del Parlamento libanés, Nabi Berri, había anunciado la muerte del hombre que controlaba los hilos de la política libanesa desde Damasco.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Warren Christopher, expresó anoche telefónicamente a Hafez el Asad las condolencias de la Administración norteamericana por la muerte de su hijo mayor.

Después de 24 años de ejercer el poder en solitario, Hafez el Asad, a quien se atribuye una salud delicada, había iniciado su sucesión dejando en manos del mayor de sus cuatro hijos, Basel, numerosos asuntos de Estado. El más importante y el que le reveló públicamente como el sucesor del llamado Viejo León, ha sido Líbano, país clave para la estrategia de Siria en Oriente Próximo. Basel viajaba a Beirut con frecuencia ya nadie extrañó que ayer, cuando Berri anunció su muerte, decretara también cinco días de luto en, el Parlamento libanés y dejara interrumpida la sesión sobre el presupuesto.

La desaparición de Basel puede desatar una lucha sin Cuartel por suceder al Viejo León. De hecho, el liderazgo del ahora fallecido era contestado por varios miembros de la numerosa familia Asad y sobre todo por Rifad, uno de los hermanos del presidente, cuyo poder pocos discuten en Siria. Por ello, Hafez el Asad en los últimos tres años delegó cada vez más en su hijo para lograr una sucesión pacífica.