Pujol quiere que los 'mossos' vigilen el Camp Nou

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol ha desempolvado la idea de que los Mossos d'Esquadra vigilen el Camp Nou, uno de los símbolos más enblemáticos de catalanidad cuya seguridad recae ahora en la Policía Nacional. La petición se inscribe en los contactos entre el Departamento de Gobernación y el Ministerio del Interior sobre el proyecto de ley de Policía Autonómica, que debatirá el Parlamento catalán, y que propone que los mossos asuman el orden público y que actúen como policía judicial.La propuesta de la Generalitat de vigilar el Camp Nou ha generado irritación en medios de la Administración central, que la interpretaron como una frivolidad por centrarse, a su juicio, en aspectos estrictamente relacionados con la imagen pública. "Tienen que aclarar lo que quieren: ser una policía que persiga al delincuente o ser sólo una policía de florero", señalaron fuentes de la Administración, que recordaron que sólo para vigilar el estadio del Barcelona se necesitaría un tercio de los actuales 1.800 mossos. El interés de la Generalitat se centra en que los mossos estén en el césped del estadio unos 70 agentes obviando el resto del dispositivo, mucho menos visible y oculto a las cámaras de televisión.El proyecto de ley entró en el Parlament a principios del mes de enero, 48 horas antes de que el ministro del Interior, Antoni Asunción, se entrevistara con el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. El gesto causó malestar en la Administración central, que confiaba, según el calendario pactado, en presentar sus objeciones al texto antes de que el Gobierno catalán le diera vía parlamentaria. Esta medida ha sido interpretada, desde las mismas fuentes, como un deseo de Pujol de forzar una negociación supeditada a otros pactos.

En apenas 50 folios, el proyecto, inspirado en el de la Ertzaintza, dibuja el marco legal sobre el que tiene que construirse la policía autonómica, concebida como una "policía integral" que aspira a asumir la seguridad ciudadana y actuar como policía judicial (investigar y presentar detenidos ante los jueces). Esto entra en colisión con la ley de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, de 1986, que limita la función de los mossos a la de colaboración con otras policías. El proyecto no revela el futuro de los 14.000 agentes, entre policías nacionales y guardias civiles, destinados en Cataluña, ni si su mando debe asumirlo la consejera de Gobernación, Maria Eugénia Cuenca, que lo reclama constantemente.