_
_
_
_
_

Serra y Arzalluz se citan en La Moncloa

El Gobierno y el PNV han dado un primer paso para distender sus relaciones después de tres meses de agravios mutuos. El vicepresidente del Gobierno, Narcís, Serra, y el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, se reunieron el miércoles en La Moncloa, a petición del número dos del Ejecutivo, para normalizar unas relaciones conflictivas tras la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado el pasado mes de noviembre.

Más información
"ETA va hacia una 'grapización'"

El PNV votó en aquella ocasión en contra de varios capítulos del presupuesto al no haber tenido en cuenta el Gobierno algunas de sus enmiendas.Los nacionalistas vascos reprocharon entonces al Gobierno y al grupo parlamentario socialista un trato discriminatorio en relación con los nacionalistas catalanes de Convergencia i Unió (CiU).

Serra ofreció a Arzalluz la reapertura del diálogo entre el Gobierno y el PNV, cuyas relaciones han pasado en sólo seis meses desde la posibilidad de participar en un Gobierno de coalición hasta los enfrentamientos dialécticos más duros, en los que no han faltado desde los reproches clásicos a los incumplimientos del Gobierno en materia autonómica hasta la crítica pública por alguna actuación de la Guardia Civil, pasando por un toque de atención a la figura del Rey.

Parte de la reunión estuvo dedicada a superar los malentendidos y a detener la bola de nieve creada por la espiral, de reproches. Ese aluvión de acusaciones mutuas ha adquirido su punto álgido con la propuesta de los socialistas vascos de negociar políticamente con Herri Batasuna (HB) sin consultar previamente con los partidos que integran el Pacto de Ajuria Enea.

El fruto inmediato del nuevo clima de diálogo será una próxima reunión del ministro para las Administraciones Públicas, Jerónimo Saavedra, y el consejero de la Presidencia del Gobierno vasco, Joseba Zubia, para desbloquear la negociación del paquete de 54 transferencias reclamado por el Ejecutivo de Vitoria.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El Gobierno central pretende ofrecer a plazo inmediato un bloque de 15 a 20 transferencias al Gobierno Vasco, cuya titularidad es indiscutible, y cuyo único punto de fricción es su valoración.

Sin embargo, pese al clima de distensión originado tras la reunión entre Serra y Arzalluz -cuya relación personal es excelente, confirmada tras contactos periódicos desde que Serra asumió la vicepresidencia del Gobierno en 1991-, el escepticismo sigue reinando entre los socialistas y nacionalistas vascos. La proximidad de las elecciones autonómicas vascas, previstas para el próximo otoño, son el origen del recelo.

No hay que olvidar la rivalidad política existente entre el PNV y el Partido Socialista de Euskadi en el escenario vasco, en unos momentos en que los seguidores de Ramón Jáuregui acarician la posibilidad de ganar las elecciones a los nacionalistas de José Antonio Ardanza. Esta batalla va a repercutir inevitablemente en las relaciones entre el PNV -y, en consecuencia, el Gobierno vasco- y la Administración central.

Sin embargo, el Gobierno de Felipe González está dispuesto a evitar en lo posible que la rivalidad política supere el marco de la comunidad autónoma y salpique a las relaciones institucionales, que tanto Felipe González como Narcís Serra consideran fundamentales.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_