_
_
_
_
EL PARO DEL 27-E

Redondo advierte al PSOE que se arrepentirá de la reforma laboral cuando pase 15 años en la oposición

Nicolás Redondo advirtió ayer al PSOE que cuando vuelva a pasar "15 años" en la oposición se arrepentirá de la "contrarreforma laboral" aprobada ayer y deseará recuperar el marco laboral pactado por los sindicatos con el Gobierno de centro-derecha de la UCD. A la vista del apoyo del 90% de los diputados a los tres proyectos de ley enviados por el Gobierno, los líderes sindicales Nicolás Redondo y Antonio Gutiérrez se preguntaron si el Congreso es receptivo a las demandas sociales y lamentaron el "procupante divorcio" entre el Parlamento y la sociedad.

Más información
"No convocar la huelga hubiera sido un suicidio"
Los empresarios replican a las centrales
Comprensión de los obispos
La COAG apoya la convocatoria sindical
Piquete de amas de casa en Córdoba
Críticas de Ardanza a dos bandas
Alcalde acusado de esquirol
Trabas en centros de Defensa

El secretario general de la internacional de los sindicatos libres (CIOSL), Enzo Friso, se desplazó a Madrid para solidarizarse con los sindicatos españoles. Friso afirmó que al movimiento sindical no le queda otra salida que sacar a los trabajadores a la calle para enfrentarse al desempleo. Flanqueado por Redondo y Gutiérrez, el líder de la CIOSL expresó su apoyo a las movilizaciones del día 27, que han sido precedidas por protestas similares en Francia, Bélgica, Italia y Japón. Nicolás Redondo dijo que los empresarios europeos se están frotando las manos por la "contrarrefórma laboral" que se impone en España. No obstante, advirtió al PSOE que, cuando esté en la oposición, una de sus reivindicaciones será volver al punto de partida." Un Gobierno que toma medidas, pero en dirección equivocada, debe reconsiderarlas cuanto antes. No son medidas aisladas; son estrategias pactadas con Convergencia i Unió (CiU) que defienden los intereses de los partidos conservadores, aplaudidas a rabiar por la CEOE", añadió Redondo, quien considera que la huelga del día 27 tiene como objetivo corregir una política que va en perjuicio de los pensionistas, parados, jóvenes y el conjunto de la sociedad.

"En París se han movilizado 600.000 franceses contra la reforma de la educación y el Gobierno ha retrocedido; en Italia y Bélgica, también. Si un 75% de los españoles se declara partidario del cambio en la política económica, ¿por qué aquí no se va a cambiar?", se preguntó Redondo. "Cualquier Gobierno inteligente lo haría", concluyó.

Tanto Redondo como Gutiérrez se mostraron seguros del éxito de la huelga y lamentaron que en ese momento se aprobara en las Cortes la modificación de 35 artículos del Estatuto de los Trabajadores sin contar con el criterio de los sindicatos.¿Es receptivo el Parlamento a las demandas de la sociedad?, se preguntó Antonio Gutiérrez. Redondo calificó de "preocupante" el divorcio que, a su juicio, se está produciendo entre el Parlamento o la sociedad.

Confianza en el éxito

Convencidos del éxito de la convocatoria, los sindicalistas confían en repetir la experiencia de las dos huelgas generales precedentes (1988 y 1991), tras las cuales forzaron al Gobierno a aceptar las reivindicaciones que habían sido atendidas antes.

Ninguno de los dos dirigentes sindicales dan crédito a la cifra de más de 20.000 contratos basura que, según la Administración, se han firmado a principios de año acogiéndose a la modalidad de aprendices o de prácticas. Gutiérrez señaló que a los servicios jurídicos de CC OO llegan ceses de contratos que han sido sustituidos por contratos basura.

Enzo Friso, secretario general de la Confederación Intemacional de Organizaciones Sindicales Libres, manifestó: "No debemos caer en la trampa de creer que haciéndonos la competencia con salarios más bajos aumentarán los empleos". En su opinión, el movimiento sindical es víctima de la política desplegada por los partidos de izquierda, incapaces de dar una alternativa al desempleo: "Están en luna de miel con la derecha en contra nuestra. ¿Para qué les sirve entonces alcanzar el poder?".

Friso cree que todos los países industrializados se han contagiado del thatcherismo, que consiste en debilitar a los sindicatos y destruir las conquistas sociales obtenidas a lo largo de más de un siglo por generaciones de luchadores. Esta actitud socava la democracia y el propio desarrollo económico, ya que, según él, éste sólo se alcanza en sociedades democráticas dotadas de sindicatos fuertes.

"Las multinacionales han impuesto iniciativas para aumentar la competitividad reduciendo el coste del trabajo. La demanda ha bajado; el poder de compra, también. Resultado: 40 millones de desempleados en los países desarrollados y 1.000 millones que viven por debajo de los mínimos vitales en el Tercer Mundo", agregó el sindicalista.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_