Un punto de apoyo
José Manuel Soto, con varios discos de oro en su haber, triunfó rotundamente ante sus incondicionales, sin duda alguna. El público puesto en pie le rindió una ovación clamorosa. Soto tiene muchos seguidores, sobre todo entre las mujeres, que suelen ser quienes encumbran a algunos artistas. En el Monumental, ellas eran mayoría, de toda edad y condición.Sin embargo, la velada no pasó de ser un buen ensayo entre amigos. A pesar de sus éxitos discográficos, Soto es todavía un artista desaprovechado que precisa potenciar urgentemente sus indudables facultades. Tiene voz cálida y versátil, y ha compuesto algunas canciones muy acertadas, como El loco del mar, Déjate querer y Por ella, que fue su trampolín hacia la fama. Pero, en directo, adolece de puesta en escena; no sabe qué hacer con las manos y con la expresión; carece de apostura y empaque. Su espectáculo no tiene ritmo. Entre canción y canción, se enmaraña con discursos obvios, con comentarios éticos, estéticos y autobiográficos que, en un escenario, son termómetro de la inseguridad. Por otra parte, en muchas de sus canciones hay ostentosas reiteraciones musicales y literarias: lo que se llama marear la perdiz. Dadle un punto de apoyo, es decir, una dirección escénica, y José Manuel Soto dará un paso de gigante.
José Manuel Soto
José Manuel Soto (voz), Valentín Ponce (guitarra eléctrica), J. Carlos Seco (guitarra española), Rafael Molina (bajo), J. Manuel Marchena (saxo), David Montoya (teclados), Juan de la Oliva (batería), Pedro Castro (percusión). Teatro Monumental. Madrid, 16 de enero.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.