ETA y GRAPO comparten su estrategia para controlar a sus presos con abogados de confianza
Las direcciones de ETA y de los GRAPO han establecido una estrategia común en las cárceles para hacerse con el control de los presos y de las comunicaciones con ellos. En una serie de cartas distribuidas a los internos se les ordena que designen como letrados a un grupo reducido de abogados considerados de entera confianza para la ortodoxia de ambas organizaciones. ETA y GRAPO pretenden así rentabilizar la reciente invalidación de las grabaciones en prisión al abogado de Herri Batasuna Txemi Gorostiza y controlar los beneficios penitenciarios.
Esta ofensiva de cartas a internos persigue varios objetivos. Por un lado, el hecho de que todos los internos se vean obligados a elegir a los abogados del núcleo duro de sus organizaciones brinda la cobertura legal para que los letrados justifiquen su derecho dialogar con cualquier preso. No en vano, las comunicaciones de abogado y cliente son inviolables, según se ha reflejado recientemente en el auto judicial que ha anulado como prueba las grabación de la conversación en prisión, el 12 de enero de 1993, entre el letrado Txemi Gorostiza y el etarra Ignacio de Juana Chaos.En esa charla, el abogado se quejaba de haber pedido sin éxito que ETA atentara contra el personal de prisiones. Precisamente, la fiscalía argumentó que Gorostiza no era el abogado de De Juana Chaos, flanco débil que ahora se quiere cubrir con tal estrategia.
Por otro lado, frente a la difusión por el Gobierno vasco de que muchos etarras son favorables a la reinserción -se ha llegado a decir que 80 presos desean el abandono de las armas y que temen ser asesinados por sus antiguos compañeros de armas-, ETA pretende retomar el control sobre la reInserción con un doble fin: facilitar la imagen de que estos abogados se preocupan por la cuestión y que, si se consigue algún beneficio, es por mera aplicación del reglamento y no por ningún síntoma de arrepentimiento del recluso.
La designación como abogados colectivos les proporciona información de primera mano sobre el nivel de dureza o ablandamiento de cada uno de los defendidos. La negativa a admitirles como abogados sería un magnífico índice de distanciamiento de la causa del recluso, lujo que pocos presos de ETA o GRAPO están dispuestos a permitirse: oficializar su disidencia.
En las cartas, el mensaje es común: "Ya sabemos que por una razón o por otra hay muchos presos que lleváis años sin hablar con un abogado, y que me imagino tendrás muchas cosas que preguntar sobre recursos al juzgado de vigilancia, problemas con sanciones, redenciones o cualquier otro problema que surgen en el día a día. Para intentar solventar estos problemas estamos pidiendo acreditaciones de todos los presos de manera que cualquier cosa que tengas nos avises y alguien pueda siempre visitarte".
Entre los abogados selectos para la causa etarra que son recomendados en las misivas figuran Karmen Galdeano, Aitor Ibero, Txema Matanzas -investigado en varias ocasiones por su supuesta conexión con ETA- y Arantxa Zulueta, involucrada en un proceso similar con ocasión de la polémica conversación de Gorostiza.
Renuncias a otros abogados
Entre los GRAPO, los letrados escogidos por su fidelidad son Juan Manuel Ruiz Fernández, Juan Manuel Olarrieta Alberdi, Enrique Zulueta, Ana López Casarrubios, Francisco Febles Jaubert y Francisca Villalba Merino. En las misivas no sólo se recomiendan los abogados de confianza, sino que se solicita expresamente la renuncia de otros, como Estíbaliz Pérez de Heredia.
La ex reclusa de los GRAPO Mercedes Herranz Arcones, en carta a un preso, refleja la conveniencia de tal renuncia y aporta consejos: "Si os preguntan quién es el presidente del colectivo (en algún caso ha sucedido), sencillamente respondéis: 'no hay". Esta ex terrorista explica claramente la razón de las designaciones de los abogados sugeridos en la carta: "Esto se ha hecho así para que cualquiera de ellos pueda visitaros independientemente de la prisión en que estéis".
Herranz Arcones apunta una "novedad" en su misiva: "Senideak, la organización de los familiares de presos de ETA, ha celebrado su segunda asamblea general, a la que nos invitaron. Se ha producido un buen acercamiento y, por su parte, se han ofrecido algunos médicos a hacer lo posible por los camaradas enfermos, como visitarlos y remover lo posible para mejorar su situación".
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