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El Banco de España no adoptará nuevas medidas sobre Banesto hasta tener toda la información

El gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, explicó ayer por primera vez al consejo general del banco, las causas de la crisis de Banesto que llevó a su intervención, a destituir al anterior presidente y a todo el consejo de administración y a nombrar otro provisional. El consejo del banco emisor, formado por siete miembros, y al que asisten además los directores generales, no adoptó ningún tipo de decisión. La semana próxima Banesto debería comunicar al Banco de España el volumen del déficit patrimonial y las líneas maestras del plan de saneamiento.

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El consejo general está formado, además de por el gobernador, por el subgobernador, Miguel Martín, y por Enrique Fuentes Quintana, José Luis Sureda, Tomás Román, Julio Segura y Luis Díaz Picazo y todos ellos tienen voz y voto. Al consejo asisten, con voz pero sin voto, los directores genera les del Banco de España: Ángel Madroñero, José Pérez, Luis María Linde, Gonzalo Gil y José Luis Malo. El consejo general había celebrado su anterior reunión antes de que se desatara la crisis de Banesto y el gobernador convocó una reunión extraordinaria del mismo para dar cuenta de lo que había ocurrido y cómo evoluciona la situación en estas dos semanas El consejo ejecutivo -formado por el gobernador, el subgobernador, y los consejeros Fuentes Quitana, Sureda y Román, si ha celebrado varias reuniones en medio de la crisis.

Cumplir objetivos

El nuevo equipo de gestión de Banesto debería la próxima semana cumplir con uno de los dos mandatos que ha recibido: elevar al Banco de España un informe sobre el déficit patrimonial de Banesto y proponer las líneas maestras de lo que debería ser el plan de saneamiento del banco. Aunque la cita es para los primeros días de la semana, es posible que se retrase algo dada la complejidad de la tarea ya que "además del desfase patrimonial deben ofrecerse no solo soluciones aceptables para reponer el desfase sino también hipótesis verosímiles de, la capacidad de generación de resultados una vez que se ponga en marcha", señalan en medios cercanos al nuevo equipo.

La cuestión esencial, señalan estos medios, no es sólo determinar el volumen de ayudas y cómo se articularán, que es algo que depende en última instancia del Banco de España dada su función de supervisor directo de Banesto en la actualidad, sino "garantizar, mediante el plan de reflotamiento, la posibilidad de devolución de las ayudas que se reciban, la rentabilización de las inversiones que las demás instituciones financieras realicen en el proceso de saneamiento y garantizar una capacidad operativa de gestión".

Todo ello quiere decir "que hay que garantizar la viabilidad futura de la institución por si misma", concluyen estas fuentes que recuerdan que "en ese momento se habrá acabado la tarea para la que han sido desplazados a Banesto".

En la reunión del consejo general del Banco de España no sólo se informó de los motivos de la intervención de Banesto y de su evolución inmediata, sino también de la marcha de la inspección, que aún no está terminada y que se espera esté concluida en breve. A la luz de esta inspección, como ocurre siempre que se levanta un acta, el Banco de España debería decidir sobre la oportunidad o no de abrir un expediente disciplinario a los miembros del consejo que fueron suspendidos de sus funciones por el acta de intervención.

El expediente, que se abriría por entenderse que se habría contravenido la Ley de Disciplina Bancaria, sería realizado por un juez instructor quien, a su finalización, debería proponer al consejo general del Banco de España la adopción o no de medidas sancionadoras. La sanción máxima recogida en la ley es de una multa de cinco millones de pesetas y la inhabilitación para ocupar cargos en en tidades de crédito por un periodo comprendido entre uno y 10 años.

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