Los técnicos reconocen la voz de la farmacéutica de Olot en una grabación
La voz de la cinta enviada a la familia Feliu corresponde a la de la secuestrada. Esta es la conclusión a la que, según fuentes de la investigación, han llegado los técnicos que desde hace dos meses analizan minuciosamente el contenido de la grabación, enviada por correo a la familia a través de Carmen Colom -amiga íntima de Maria Àngels Feliu- el 2 de diciembre de 1992, 15 días después del secuestro.
El resultado de la prueba, sin embargo, no ha sido incluido aún en el sumario por el juez instructor, Santiago Pinsach, puesto que, a pesar de las avanzadas técnicas empleadas, los especialistas no se atreven a dictaminar un grado de fiabilidad del 100%. Las numerosas pruebas realizadas a instancias del magistrado de Olot continúan arrojando un margen de error que, aunque aceptable, no ofrece un resultado tan categórico como sería deseable dada la importancia de esta prueba pericial.Por ello, el juez solicita que se insista en el análisis de la cinta para sacar el máximo rendimiento de los aparatos de tecnología punta utilizados para esta prueba por primera vez por la Guardia Civil. Se pretende también que el resultado permita descartar por completo que la voz registrada pertenezca a alguna mujer del entorno de los dos procesados, Joan Casals y Xavier Bassa. Hasta el momento se ha considerado del todo improbable que los sonidos correspondan a la voz de la esposa de Casals, María Ángeles Mariño, que continúa en libertad provisional.
Sin embargo, los resultados conseguidos hasta ahora, unidos a los obtenidos por el tercer peritaje de la letra del sobre que contenía la cinta y que señala a Bassa como autor de la misma, son considerados por la investigación como suficientes para imputar el secuestro a los procesados. Las conclusiones de los peritajes se añaden a "la serie de circunstancias" que, a juicio de fuentes próximas a la investigación, confluyen en los procesados. Entre ellas se destaca que "se han desmontado" las coartadas de ambos puesto que han quedado reducidas al testimonio de sus respectivas compañeras. Las mismas fuentes han indicado que la investigación continúa manteniendo la hipótesis de la participación de una tercera persona en el secuestro de Maria Ángels Feliu.
Paralelamente, los investigadores han localizado diversos testigos que afirman haber visto a los acusados en Olot en fechas inmediatamente anteriores al secuestro. Si bien la presencia de Casals en la ciudad es relativamente comprensible, dados sus vínculos familiares en la misma, es menos explicable la del otro acusado, Xavier Bassa.
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