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Un hombre quema con gasolina a un mendigo que dormía en la calle

Emilio Vélez, un mendigo barbiluengo de 33 años, despertó ayer sobresaltado en la calle de San Bernardo. Al abrir sus ojos se vio envuelto en llamas. Un hombre, que se dio a la fuga, había prendido su manta tras rociarla con gasolina, según varios testigos. Pese a la reacción de sus compañeros, el fuego le dañó el brazo y la cara. Éste no es el primer ataque que sufren los pedigüeños del distrito Centro. Los mendigos afirman que, en los últimos 15 días, otros tres han sido agredidos por "fachas". La policía niega esa versión.

Los limosneros dormían entre los escaparates de la tienda de muebles Permanent, de la calle de San Bernardo. Acurrucados sobre los cartones pasaban la noche Emilio Vélez, de 34 años; Javier Meseguer, de 33; José Manuel de la Calva, de 40; Marcos, de 36, y una mujer a la que llaman la borracha. Durante el día, los cinco piden limosna en las escalinatas de la iglesia de los Dolores. A diario suelen recaudar una media de 500 pesetas, el doble los sábados y domingos.Hacia las ocho y media de la mañana de ayer todos los mendigos despertaron. Vieron aterrados cómo Emilio estaba envuelto en llamas. "De repente me di cuenta que estaba quemándose la manta, era como una antorcha, pero rápidamente me echaron ropa encima"', comentaba ayer, todavía medio asustado, Emilio Vélez, natural de Bilbao y huérfano desde los 11 años.

Las llamas le prendieron la mano, la barba, las cejas y parte del cuero cabelludo. Ninguno de los mendigos pudo contemplar lo que, por el contrario, sí vieron varios vecinos en ese frío amanecer.

Un residente de la calle de San Bernardo que no quiso revelar su nombre aseguró a la Policía Nacional que un individuo de mediana edad y buena presencia había sido la persona que intentó quemarlos. Este testigo comentó: "Estaba en mi terraza y vi cómo les echaba algo encima. Luego encendió un mechero y prendió la manta que cubría a uno de ellos".

El propietario de un puesto de periódicos próximo ratificaba esta versión: "Les han intentado quemar, y además creo que ha sido un joven que se pasea a menudo por aquí".Distintas versiones

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Con estos testimonios la policía inició ayer las pesquisas para esclarecer los hechos. Según un portavoz policial, la versión de los mendigos es inverosímil, ya que no se han encontrado en el lugar de los hechos restos de gasolina.

Los agentes, no obstante, han recomendado a los indigentes que busquen un albergue o bien que elijan otro lugar para pasar la noche. Además, para tranquilizarlos les han prometido que una patrulla peinará la zona cada media hora.

Según los mendigos, el ataque de ayer es el tercero que sufren en el último mes. El pasado viernes, el fuego también interrumpió el sueño de Marcos, otro indigente. Sus amigos afirman que le tiraron una botella ardiendo para abrasarle mientras dormía en un bajo de la calle del Conde Valle Suchil.

Hace un mes, en ese mismo lugar, un grupo de jóvenes -calificados por los mendigos como "fachitas"- atacó a Javier y José Manuel al grito de "mendigos, os vamos a matar".

"Me tiraron un ladrillo a la cabeza mientras nos insultaban y nos amenazaban", recordaba ayer Javier Meseguer, quien lleva dos años pidiendo en la puerta de la iglesia de los Dolores.

A pesar de lo ocurrido, todos los mendigos están dispuestos a permanecer por la zona. "Eso sí, ahora estaremos en guardia por si vuelven con las mismas intenciones", indica Vélez, bizco, huérfano desde los 11 años y limosnero desde que perdió su trabajo de fontanero hace cuatro años.

Veléz aclaró: "No utilizamos los albergues porque imponen condiciones muy rígidas, y el metro tampoco, porque está lleno de toxicómanos".

Emilio Vélez tan sólo pide una cosa: "Que nos dejen en paz si hemos elegido esta forma de vivir".

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