Consulta a los británicos sobre el uso de fetos abortados para obtener niños
Los nuevos sistemas de fecundación, a debate público
(REUTER), El gobierno británico a pedido a sus ciudadanos que expresen sus puntos de vista sobre la conveniencia de crear bebés a partir de óvulos extraídos de fetos abortados y de cadáveres. Políticos, religiosos y médicos han expresado su preocupación sobre las implicaciones éticas de los llamados "robos de úteros", después de que una mujer de 59 años diera a luz, el pasado día de Navidad, a gemelos procedentes de óvulos y espermatozoides, donados y de que investigadores escoceses revelaran que se encuentran próximos a conseguir fertilizar óvulos procedentes de fetos femeninos abortados.
El organismo encargado por ley de autorizar experimentos y técnicas relacionadas con la reproducción, la Autoridad sobre Fertilización y Embriología Humanas (HFEA), ha pedido a todas las partes interesadas que expresen su opinión sobre estos temas durante los próximos seis meses. Su director, Sir Colin Campbell, señaló ayer: "Ésta es un área de avances científicos que sabemos interesa y preocupa mucho a todos, no sólo en este país sino en todo el mundo". Campbell se mostró favorable a permitir los experimentos con óvulos de cadáveres y fetos. "Tienen una capacidad potencial para que muchas mujeres puedan tener hijos y la investigación puede resultar de interés para futuras generaciones" , dijo, pero estuvo de acuerdo en que estas prácticas suscitan en mucha gente "inquietud, repugnancia y sorpresa".En un informe hecho público por Campbell ayer se dice: "El HFEA sabe que mientras que el público está generalmente dispuesto a aceptar la donación de órganos y la utilización de tejido fetal con objetivos terapéuticos puede sentir una repugnancia instintiva hacia el uso de tejido ovárico procedente de estas fuentes para el tratamiento o la investigación en fertilidad". Miles de óvulos
En la actualidad las mujeres británicas sometidas a tratamientos de fertilización in vitro deben esperar hasta tres años debido a la falta de mujeres adultas donantes de óvulos. Los investigadores señalan que el tejido ovárico procedente de adultos, cadáveres o fetos abortados podría madurarse en laboratorio o injertarse en as mujeres infértiles y proporcionaría miles de óvulos.
Los científicos de la universidad de Edimburgo que creen encontrarse a sólo tres años de perfeccionar esta técnica en humanos han interrumpido sus experimentos tras la preocupación expresada por el Gobierno la semana pasada, cuando se hizo pública esta línea de investigación.
"Con el proceso de consulta que lanzamos hoy continuamos con nuestro deseo de mantener en armonía en este país la ciencia, la ética y la ley", afirmó Campbell. El informe señala que no se conocen las repercusiones psicológicas que puede tener sobre un niño enterarse de que su madre genética no ha llegado a existir o murió antes de que él fuera concebido. El tema del consentimiento también plantearía problemas éticos y posiblemente legales, ya que, según el informe "un feto no puede dar su darlo en forma alguna".
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