Debate sobre feminismo
En relación a la carta aparecida en esta sección el día 16 de diciembre de 1993, firmada por cinco mujeres de Madrid, como participante en las Jornadas Feministas de Madrid en el mes de diciembre y como miembro de un pequeño colectivo ecofeminista de Barcelona, quiero aportar mi punto de vista.Las firmantes se quejan de la falta de coherencia interna de las jornadas. Sin embargo, opino que la diversidad y la heterogeneidad de los talleres no son significativas de falta de unidad en el feminismo, sino de su complejidad y riqueza.
Desde mi punto de vista, la vía de la racionalidad, la acción colectiva y la elaboración teórica están muy lejos de ser incompatibles con el trabajo en favor de la autoestima-que necesariamente exige reconocer los propios deseos, atender a los mismos y ser consciente de las propias limitaciones. Por ello me parece que no viene a cuento hablar de feminismo de la posmodernidad. Etiquetas como la de "posmodernismo" poco contenido tienen si éste no se especifica, pero tienen la virtud o el defecto -según como se mire- de sugerir mucho (por ejemplo, eso tan mesiánico del fin del discurso racional).
Entiendo que el movimiento feminista es político -y salí de las jornadas sin ninguna duda al respecto-, pero también que va más allá, puesto que atañe a otros niveles como la cultura, justamente el nivel en que se construyen las categorías del género. Cuestión que me parece de interés indiscutible para nosotras. Y, a veces, precisamente aquellas personas que están, por alguna razón, en situaciones de marginación son las más apropiadas para ayudamos a reflexionar acerca de nuestras concepciones comunes al respecto. En este sentido, pienso yo que es muy pertinente el diálogo con transexuales y prostitutas. Ello no degrada las jornadas ni las despolitiza.-
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