"Los países ricos, ladrones por naturaleza"
Si Macario Villalón tuviera que hacer la radiografía del inmigrante del sur de la Comunidad de Madrid, ésta no variaría de "jóvenes, recién casados, sin casa o con la familia en su país". Pero también puede hacer una pequeña clasificación por nacionalidades. Para este cura rojo, los polacos "son intelectuales"; los angoleños, "analfabetos"; los marroquíes, "solteros y analfabetos"; los guineanos, a pesar de su idioma común, "viven en guetos"; los latinoamericanos "son jóvenes, o matrimonios de mediana edad, sin familia y que intentan una reagrupación". Solucionar el problema de la inmigración sólo tiene un camino posible para él: la solidaridad internacional.Para Villalón, los europeos, como el resto de los países desarrollados, "son ladrones por naturaleza". La afirmación la hace como contestación a una cuestión muy sencilla: "Si no es así, que me expliquen a mí cómo hace 13 años un kilo de café costaba 1.200 pesetas y ahora sólo cuesta 450".
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