El Rey hace un llamamiento a los nacionalistas para superar "la tradicional desunión" en España
El rey Juan Carlos hizo ayer un llamamiento a la unidad de España ante las máximas autoridades civiles y militares del país. En su tradicional discurso con motivo de la celebración de la Pascua Militar, Juan Carlos I expresó su preocupación por mantener los factores de cohesión de España. Una preocupación que ha puesto de relieve en otras intervenciones a lo largo de esta legislatura. "Estamos construyendo día a día una España mejor, que nos obliga a superar las tradicionales desuniones que, en ocasiones, han malogrado etapas de nuestra historia", manifestó el Rey.
El Rey eludió en su intervención las referencias concretas a los nacionalismos, pero sí quiso aprovechar la oportunidad de una fecha tan señalada para dejar patente su preocupación por la cohesión de España, a la que se ha referido en otros discursos pronunciados por él durante esta legislatura, como en Barcelona el pasado mes de septiembre. En aquella ocasión arreciaban las críticas al Gobierno del Estado desde la oposición por lo que se entendía una "cesión ante el chantaje nacionalista", con motivo de las negociaciones sobre la cesión del 15% del IRPF a las comunidades autónomas.En esta ocasión, la intervención del Rey se produce pocas semanas después de que algunos dirigentes destacados del nacionalismo vasco, como Xabier Arzalluz e Iñaki Anasagasti, manifestaran que el Ejército es el factor que impide el ejercicio del derecho a la autodeterminación.
Diversidad enriquecedora
El Rey, sin responder directamente a estas expresiones, se refirió a ellas ante las máximas autoridades militares: "La diversidad que nos enriquece debe de unirnos en lugar de separarnos y servir de estímulo a nuestra convivencia, que ha sido cimentada durante siglos por el trabajo de generaciones que han hecho de España la tierra de nuestros padres y la tierra de nuestros hijos".
En el mismo contexto, don Juan Carlos aprovechó la ocasión para manifestar el mayor reconocimiento del Ejército por la sociedad. "He venido repitiendo en otras celebraciones como la de hoy la necesidad de que exista una perfecta integración de los militiares en la vida del país y que todos los ciudadanos se sientan orgullosos de sus ejércitos. Me congratula que nuestro pueblo comienza a comprender mejor el esfuerzo realizado por sus Fuerzas Armadas, su valor y su capacidad para enfrentarse a los retos de hoy".
Don Juan Carlos destacó también la adaptación del Ejército, con un presupuesto austero, a una etapa de crisis. "También agradece [el Rey] que, como Fuerzas Armadas, penséis ante todo en las necesidades de la sociedad, y después en las que son vuestras. Es justo que así se os reconozca, especialmente en época de crisis, cuando otras necesidades sociales exigen imponer un ritmo más lento en vuestro proceso de modernización y reorganización". [Precisamente ayer varios capitanes generales, como los de La Coruña, Levante o Barcelona, se quejaron de los escasos medios económicos para los ejércitos.]
El discurso del Monarca estuvo marcado por el europeísmo. "España está cada vez más integrada en la comunidad internacional que confía crecientemente en nuestra capacidad para desempeñar un papel importante en la resolución de los conflictos". En otro momento señaló "Reforzar la unidad europea exige no sólo la unidad económica y monetaria, sino que afecta también a la política exterior y de seguridad. Recientes decisiones adoptadas por el Gobierno de la nación para la participación española en las iniciativas dirigidas a que Europa sea capaz de garantizar su propia seguridad, como la apertura de conversaciones para nuestra incorporación al Cuerpo de Ejército Europeo, van en esa dirección".
Fin del aislamiento
Juan Carlos I proclamó el final del aislamiento de España. "Hemos dejado para siempre nuestro aislamiento. Hoy los miembros de nuestros ejércitos se relacionan con los compañeros de armas de otros países, se integran en organismos internacionales y realizan misiones propiciadas por la comunidad de las naciones. Lo hacen con una eficacia y una profesionalidad que nos llenan de orgullo".
Lamentó la "falta de éxito de los intensos esfuerzos desplegados por la diplomacia para forzar a las partes enfrentadas a llegar un acuerdo" en el conflicto de la antigua Yugoslavia y homenajeó a los militares fallecidos en 1993 en el curso de esa guerra.
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