El cine español
Con relación a los acuerdos del GATT sobre audiovisuales le envío la siguiente carta a la sección de su periódico.Si, como dice el señor Linde, el proteccionismo de lo audiovisual español se justifica "porque hay que proteger la identidad cultural española", ¿nos veremos obligados contra nuestra individual voluntad, pero por el bien social, a justificar los tiempos de la Inquisición, el estalinismo, el macartismo, el nacionalcatolicismo, etcétera? ¿Pero a qué identidad cultural se refieren cuando los valores de la democracia son universales?
¿Volvemos a la España de charanga y pandereta? ¿Cómo puede defenderse un nacionalismo cultural cuando en las sociedades democráticas éstos son reaccionarios por tradicionalistas e involucionistas? Si los socialistas hojeasen El Socialista de la posguerra, leerían como aquellos socialistas confiaban con ilusión en la difusión de los valores democráticos como forma de vida universal. El problema no es sólo económico, lo que sería legítimo en una sociedad competitiva y abierta, el problema es fundamentalmente ideológico.
De qué tenemos que protegernos cuando tenemos valores comunes, supongo. ¿Resistiremos numantinamente frente a la invasión del derecho romano? ¿Se nos aplicará la ley Corcuera cuando en nuestra intimidad nos atrevamos a ver vídeos norteamericanos? ¿Tendremos que volver a ver Fabrenheit 451 en la clandestinidad? ¿Por qué? ¿Porque es francesa o por su contenido?
En cualquier caso, quien se atreva a cargar con ese sentimiento de culpa siempre podrá, en compensación, flagelarse con una ristra de películas españolas. ¡Y vivan las caenas!-
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