Ejemplo

He leído en EL PAÍS del 11 de diciembre la noticia de que cien diputados mantienen actividades privadas por autorización del propio Congreso, es decir, de ellos mismos. Aunque creo que esta noticia no precisa más comentarios, sí quisiera hacer algunas reflexiones en voz alta.Como muchos otros médicos, trabajo en el Insalud percibiendo un complemento de dedicación exclusiva que me impide todo tipo de actividad privada. Creo que en la mente de todos está claro que con ello se pretende evitar, entre otras cosas, que con fondos públicos se puedan financiar negocios o actividades particulares. De otra parte, en buena lógica -aunque lamentablemente no ocurra así-, se conseguiría que cada médico ocupara un solo puesto de trabajo, facilitando el acceso al mundo laboral de más personas.

Siempre pensé que ser diputado -o senador, o ministro, o concejal, etcétera- requería una dedicación a tiempo completo, además de una actitud de ejemplo hacia los demás ciudadanos. Cuando nuestros próceres consideran sus sueldos exiguos y se autorizan a sí mismos para mantener actividades privadas, ¿no están incumpliendo la ley de incompatibilidades? Si no es así, ¿podemos hacer lo mismo todos los que percibimos un sueldo del Estado? Y si la están incumpliendo, ¿no están cometiendo un delito de abuso de cargo público? ¿Tan bien está el país que no necesita de su plena dedicación a la cosa pública? Y por último, ¿dónde está su ejemplo para los que les hemos votado (a lo mejor por última vez)?-