"Las medidas del PP no las defiende nadie en Europa"
Francisco Fernández Marugán, se sienta en el máximo órgano de dirección del PSOE desde 1984 y siempre ha sido diputado por Badajoz. A pesar de ser amigo personal de Alfonso Guerra y estar siempre a su lado, goza del aprecio de Felipe González, quien no dudó en encargarle la coordinación del programa electoral con el que los socialistas ganaron las elecciones. Le redobló la confianza al elegirle entre los cinco redactores de la ponencia-marco que discutirán los socialistas españoles en su congreso del próximo marzo. No se aburre de defender el papel del Estado porque lo considera, "un buen lubricante para garantizar el equilibrio entre los grupos y para. compensar las desigualdades individuales y colectivas".Pregunta. Han reaccionado ustedes muy agriamente ante las medidas económicas propuestas por el PP. ¿No están dispuestos a escucharlas?
Respuesta. Estamos dispuestos a discutirlo todo, pero no a aplicar medidas fracasadas. Ellos proponen medidas que actúan sobre la casi totalidad de las figuras tributarias, como el IRPF, el IVA y las cotizaciones sociales. Dicen que con esa rebaja se activa el consumo. Debían saber que en economías abiertas como la española, dentro de la Unión Europea, estimular el consumo de una nación de manera aislada lo que produce -es beneficio fuera de ese país.
P. Las reducciones de impuestos son lo atractivo de sus propuestas.
R. Eso significa reducir ingresos del Estado y cotizaciones de la Seguridad Social en una cuantía de 700.000 millones...
P. El PP dice que eso no es cierto y que lo que el Estado dejaría de ingresar es la mitad de lo que ustedes dicen.
R. Por razones obvias, el Gobierno y la Administración son quienes tienen los datos más reales y puedo demostrar que con las propuestas del PP la cantidad dicha es la que dejaría de recibir el Estado. ¿Y qué gastos se reducen? ¿Los de inversión en infraestructuras?
P. Ya han dicho que no reducirán en inffaestructuras ni asistencia social.
R. Claro, ese es su latiguillo que acaba siempre en que las reducciones las harán en gastos corrientes, y eso es exactamente en gastos de funcionamiento de escuelas, hospitales, juzgados, comisarías o cárceles, que en 1993 han supuesto 630.000 millones. Si no reducen en infraestructuras ni en derechos ciudadanos, y sólo en eso que llaman gastos corrientes, las cuentas no cuadran.
P. ¿Por qué cree usted que los ciudadanos van a creer que las medidas que ha puesto en marcha el Gobierno ahora sí van a surtir efectos?
R. Son medidas selectivas que tratan de no ser efímeras, y sí de facilitar recursos a las pequeñas y medianas empresas; incentivos fiscales para favorecer la inversión y el empleo, fortalecer la exportación y la formación profesional. Estas, a corto plazo, pero hay otra panoplia de medidas que quieren incidir a más largo plazo, como es la reducción de los costes de funcionamiento del sistema, es decir, la reforma del mercado de trabajo, la reducción de los tipos de interés, cuestiones que se trasladan al funcionamiento real de la economía. Se trata de que la tendencia cambie y de que ese cambio sea sólido.
P. ¿Las medidas que proponen tienen color ideológico?
R. Las, nuestras y las del PP claro que lo tienen. El PP quiere aplicar medidas de reducción de impuestos que afectan a un gran colectivo, pero que en absoluto se filtra al conjunto de la sociedad y lo que produce es descapitalización social, como ocurrió en EE UU y en el Reino Unido. Lo que defiende el PP ya no lo defiende nadie.
P. ¿En qué plazo cree que se apreciarán las medidas del Gobierno?
R. Algunas medidas han entrado en vigor el 1 de enero y se notará a lo largo de 1994. Lo peor ha pasado. En este año se detendrá el proceso de destrucción de empleo. Los ciudadanos tienen que saber que no estamos en la pasividad, sino combatiendo las causas de la crisis con medidas que no tengan resultados efímeros.
P. Sin embargo, los cálculos dicen que el paro aumentará este año.
R. Comprobaremos que la economía española va a funcionar con más empleo, pero es cierto que va a haber más gente trabajando; pero el paro va a seguir porque las expectativas harán que muchos ciudadanos y ciudadanas continúen aspirando a incorporarse al mundo laboral y no es contradictoria una cosa con otra.
P. Parece que muchos ciudadanos se arrepienten de haberles votado desde una perspectiva de izquierda. ¿Usted diría que la política que practican es socialdemócrata, liberal o, como dicen ahora, hay que hacer lo que hay que hacer?
R. El PSOE ha hecho durante 10 años, y sigue haciendo, una política económica socialdemócrata y el éxito de esa política se ha reconocido en cuatro elecciones. Ahora queremos preservar los logros sociales. En 1994, pese a que el crecimiento de la economía ha sido negativo, mantendremos la política de protección social. Es más, este año la protección es más elevada que en la etapa en la que había crecimiento, y eso demuestra que hacemos política socialdemócrata.
P. ¿Esa política económica la defienden todos los socialistas?
R. Por supuesto. En el PSOE hay un debate que es la aportación de mi partido a la discusión que tiene toda la Unión Europea sobre competitividad, empleo y bienestar social; somos la única fuerza política que lleva a cabo estos debates. Desde luego, si hiciéramos caso a lo que dice el PP nos separaríamos del resto de Europa. Los conservadores no están en ningún debate. Es más, lo que ellos dicen no lo defienden sus homólogos en Europa. Siguen siendo diferentes.
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