Banesto necesita 500.000 millones de pesetas para afrontar su saneamiento

La situación de Banesto entró ayer en una fase más crítica al trascender que el agujero del banco, es decir, los recursos necesarios para su saneamiento, supera los 500.000 millones de pesetas. El impacto de la crisis tuvo ayer mayor resonancia en la Bolsa. Los grandes bancos y las empresas industriales de Banesto sufrieron una fuerte caída en sus cotizaciones, mientras que en algunas sucursales se presentaron clientes para retirar sus fondos. Las acciones de dos importantes empresas del grupo, Agroman y Urbis, cayeron un 15%. Por la tarde, el Ministerio de Economía decidió intervenir la aseguradora La Unión y El Fénix, sexta en el sector y participada por Banesto, en un 28%.

En la sede de Banesto se celebró ayer una reunión a la que asistieron los miembros del consejo destituido y el nuevo equipo de gestores nombrado por el Banco de España, que preside Alfredo Sáenz. Hasta el momento, el anterior presidente, Mario Conde, no ha hecho ninguna manifestación sobre los acontecimientos. En distintos medios financieros se especulaba con que se había presentado un recurso de reposición ante el Ministerio de Economía contra la decisión de intervención del Banco de España. Sin embargo, fuentes de ese departamento manifestaron ayer que no tenían constancia de tal escrito, aunque tampoco descartaban que se hubiera presentado en otras dependencias.El detonante que provocó la intervención de las autoridades se registró al detectar el pasado martes la Comisión Nacional de Mercado de Valores que se producía una avalancha de ventas de acciones de Banesto después de que hubieran fracasado todos los intentos por encontrar fondos nuevos. En medios financieros se señala que la inquietud de las autoridades aumentó al sospecharse que una parte de esas ventas procedía de personas próximas al entorno de Mario Conde.

Estos hechos se produjeron pocos días después de que las autoridades del Banco de España hubieran mostrado a Mario Conde el último informe de la inspección -formada por 10 equipos-, en el que se verificaba un agujero de 500.000 millones. Por otro lado, la autocartera del banco ascendía al 34%.