10 municipios reciben multas por incumplir este año el reglamento de festejos taurinos

Algo más que placer proporciona ver pitones en llamas, dar patadas en los lomos de las reses o reventarlas por agotamiento. La Delegación del Gobierno de Madrid ha multado a 10 ayuntamientos por incumplir el reglamento de espectáculos taurinos -en total, 4.141.000 pesetas-. En cinco de los municipios sancionados -Colmenar de Oreja (5.200 habitantes), Leganés (172.000), Navalcarnero (10.300) y Parla (70.000)-, los astados fueron maltratados durante el festejo. Estas localidades han recibido las multas más abultadas. Ninguna sanción, sin embargo, ha recibido Fuenlabrada (150.000 habitantes), pese a que en dos encierros superó el tiempo máximo permitido.La mayor sanción, un millón de pesetas, recayó en Navalcarnero, con cuatro infracciones. A la zaga (750.000 pesetas) quedó Leganés, con tres infracciones, seguida de Parla (500.000 pesetas). En estos tres municipios, la repetición de infracciones se debió a que incumplieron las normas en distintos festejos. Otro denominador común reside en que los encierros superaron el tiempo máximo permitido.

"Los animales, de tanto correr, caían y la gente aprovechaba para golpearles", señaló el instructor de los expedientes, Pedro Nabas.

Caso aparte lo constituye Colmenar de Oreja (575.000 pesetas de multa). Este municipio, según la Delegación del Gobierno, celebró en septiembre, pese a las advertencias previas, una fiesta prohibida: el toro embolado. En este festejo se insertan en los pitones de la res dos bolas de cuerda impregnadas de brea. Los mozos les prenden fuego. El animal, con la cornamenta en llamas, corre despavorido.

Este ayuntamiento, además, permitió en mayo pasado una suelta de reses, en la que los animales llegaron sin documentación veterinaria, fueron maltratados y, a la postre, no se les sacrificó. La muerte de las reses tras un festejo evita su reutilización. Esta infracción la cometió también el Ayuntamiento de Meco (3.200 habitantes).

Presidir la plaza

La sanción más leve correspondió a Miraflores de la Sierra (2.700), donde el pasado 7 de abril presidió una corrida una persona ajena al ayuntamiento -lo hizo el presidente de una peña, según la Delegación del Gobierno-, hecho prohibido por el reglamento taurino, que especifica que ha de ser el alcalde o bien un delegado municipal el encargado de tal menester. El incumplimiento fue advertido y denunciado por la Guardia Civil. Resultado: las arcas municipales perderán 5.000 pesetas.

Otro caso incruento fue el de, Majadahonda (34.000 habitantes), donde en septiembre se celebró un recorte de vaquillas, fiesta en la que una pareja ha de tocar en menos de un minuto al animal sin ayuda de la capa y, después, en dos minutos, acertar a ponerle unas anillas en los cuernos. Este festejo fue multado por carecer de autorización. La relación de infracciones al reglamento taurino descubiertas por la Delegación del Gobierno -emitida ayer, lunes, por Telemadrid- incluye a dos ayuntamientos, cuyos expedientes sancionadores sólo requieren de la firma del delegado del Gobierno en Madrid, Arsenio Lope Huerta, para hacerse efectivos. Se trata de Navacerrada (1.600 habitantes) y Fuentidueña del Tajo (1.300). Las sanciones derivan de haber organizado espectáculos sin autorización.

"En la Comunidad se celebran al año 1.203 festejos taurinos en 179 pueblos. El que 12 hayan sido multados, muestra que el reglamento taurino, que sólo rige desde 1992, es mayor¡tariamente cumplido", indicó Nabas. El año pasado fueron multados 19 ayuntamientos de la comunidad autónoma.