Taxis en Barajas

Tenemos a bien dirigirnos a usted ante la noticia publicada del concurso que ha convocado la dirección del aeropuerto de Barajas para crear un servicio de taxis colectivos. Nos parece injusto, ilegal e innecesario el concurso aludido. Injusto, por que no es normal que a un sector deprimido por la crisis que afecta al país en general y a nosotros en particular se le dé una puñalada por la espalda, que es ni más ni menos lo que supondría la implantación de este servicio, ya que re duciría considerablemente el número de viajeros que utilizarían nuestro servicio, disminuyendo por consiguiente considerable mente nuestros ingresos. Disminución que Hacienda no tendría en cuenta, como se está demostrando en estos momentos en que, a pesar de la reducción de la demanda, que está por debajo del 30% de años -anteriores, tratan de aumentamos un 5% en IRPF y un 3,7% en IVA. Ilegal, porque tenemos el reciente ejemplo de Ibiza, en el que una empresa trató de hacer algo similar, es decir, estableció una línea regular de autobuses que hacía la ruta de los locales nocturnos, y fue la presión de los taxistas para hacer valer sus derechos, que finalmente fueron re conocidos, la que hizo de sistir a las autoridades de cometer ese atropello. Lo que resulta lamenta ble es que siempre tengan que ser así las relaciones con la Administración, es decir, que para hacer valerlos derechos de los ciudadanos haya que recurrir a presiones, follones y accio nes incluso violentas en algunos casos, que, por otra parte, no descartamos realizar, ya que entendemos que motivos no nos faltarían.Innecesario, porque entendemos que con las tarifas que piensan aplicar (entre 800 y 1.000 pesetas por persona), la única beneficiaria sería la empresa concesionaria, pues el precio medio de un servicio de taxi desde el aeropuerto a Puerta del Sol no llega a las 2.000 pesetas, con cuatro personas, lo que supone un coste menor, de 500 pesetas por persona; por no poner un ejemplo más frecuente, como pueden ser los servicios más habituales, en los que no se rebasa la calle de Cartagena, y que, por tanto, el importe no supera las 1.500 pesetas, que supone un coste de 375 pesetas por persona bastante inferior a las tarifas aludidas. De todo lo anterior puede deducirse que esto no es otra cosa que un intento de hacer negocio unos pocos a costa de la mayoría, práctica a la que ya nos tiene habituados esta Administración. Pero los taxistas estamos dispuestos a impedirlo, al precio que sea necesario, por entender que nos avala la fuerza de la razón, y no la razón de la fuerza, que . estamos acostumbrados a padecer- Federación Profesional del Taxi.