_
_
_
_
_

Leguina desbarata el principal plan del alcalde para el Madrid del futuro

El mapa de Madrid tiene colores blancos (correspondiente al suelo rústico) y verdes (Monte del Pardo o Casa de Campo) allí donde aún no hay carreteras o edificaciones. El Partido Popular, que gobierna en el Ayuntamiento, quiere completar la ciudad sin dejar un metro de suelo libre ni rastros del color blanco. En el Nuevo Plan General destaca, por el volumen, la creación de seis nuevos barrios, tres por el norte (Fuencarral y Chamartín) y otros tantos por el sur (Vallecas y Carabanchel).En estas nuevas miniciudades, el PP ha proyectado hasta 70.000 viviendas para 200.000 personas. Pero sus objetivos se han estrellado contra un muro que no ha logrado derribar en el último año. El Gobierno regional ha pronunciado su primer veredicto: imposible. José María Rodríguez Colorado, consejero de Política Territorial, ha comunicado al Goblerno municipal que sólo acepta que la capital crezca por tres zonas. Mientras el equipo de Álvarez del Manzano ha pintado 70.000 pisos, el de Joaquín Leguina utiliza la goma de borrar para reducir esa cantidad a la mitad. Pero el concejal del PP, José Ignacio Echeverría, delegado de Urbanismo, no se encoge y amenaza con la ley en la mano: "De acuerdo con la jurisprudencia última, las comunidades no pueden meterse con las figuras de planeamiento municipal si son conformes a ley. Y esta lo es".

La batalla entre instituciones también ha tenido una consecuencia indirecta: la división entre los portavoces socialistas de urbanismo. Los ediles de este partido en el Ayuntamiento mantienen que la ciudad no necesita seis barrios nuevos al existir suelo calificado suficiente para más de 100.000 pisos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_