España no se suma al grueso de la UE, que establece relaciones con Macedonia

España antepuso ayer su solidaridad con Grecia. La diplomacia española no se sumó a la iniciativa del grueso de sus socios de la Unión Europea (UE), que anunciaron el establecimiento de relaciones diplomáticas con la ex república yugoslava de Macedonia, una decisión que indispuso a Grecia y fue recibida con alegría en Skopie, la capital macedonia.

"España no va a tomar tal decisión en los próximos días", declaró el ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, al término de una reunión con su homólogo noruego, Johan Joergen Holts. El ministro francés de Exteriores, Alain Juppé, expresó, sin embargo, ayer su confianza en que toda la UE excepto Grecia dé ese paso antes de fin de año.Solana manifestó su deseo de que esta iniciativa de seis países (Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Holanda y Dinamarca) "no tenga implicaciones negativas" para la UE que Grecia presidirá a partir del 1 de enero. Atenas se niega a reconocer a su vecino septentrional mientras en su nombre utilice la palabra "Macedonia" lo que, sostiene, implica una revindicación territorial sobré el norte de Grecia.

El Gobierno español es uno de los más cautos ante Macedonia para no disgustar a Grecia con la que comparte una cierta afinidad mediterránea en la UE. Con el nombre de ex república yugoslava de Macedonia, el Gobierno de Skopie fue aceptado en la ONU, pero España fue uno de los tres países de la UE que no hizo una declaración explícita de reconocimiento a diferencia de lo sucedido con Croacia y Eslovenia.

Preguntado el sábado sobre sus intenciones a propósito de Macedonia el presidente Felipe González contestó en Bruselas que no estaba decidida la postura española pero que, en todo caso, tendría "en cuenta los intereses de Grecia".

El Gobierno de Atenas criticó ayer a sus socios comunitarios a los que acusó de "falta de visión en su política exterior y por alentar la postura provocadora y la intransigencia del régimen de Skopie". Tanto el anterior Ejecutivo griego conservador como el nuevo Gabinete socialista se han opuesto al reconocimiento de Macedonia.