Los Estados bálticos confían en la OTAN para su seguridad
Los presidentes de las repúblicas bálticas de Estonia, Letonia y Lituania se reunieron ayer en Tallin, la capital de la primera, para discutir los resultados de las elecciones del pasado domingo en Rusia y elaborar una estrategia común en las relaciones con el Kremlin después del triunfo del ultranacionalista Vladimir Zhirinovski en los comicios parlamentarios. Los líderes. bálticos declararon después de la cumbre que desean profundizar la cooperación con la OTAN y que ven en la Alianza Atlántica la única garantía para su seguridad.En la declaración conjunta, divulgada al término de la reunión, se dice que a la luz del éxito de los nacionalistas en las elecciones rusas, los países europeos tienen que unir sus esfuerzos y defender lo que ha obtenido la democracia en los últimos anos en esta parte del continente. La próxima reunión de jefes de Gobierno de los países miembros de la OTAN debe encargar, según los presidentes bálticos, al secretario general de esta organización la ampliación de la colaboración con los países de Europa central y oriental.
Lenart Meri, el líder estonio, manifestó que esta petición no está directamente relacionada con la victoria de Zhirinovski en Rusia, aunque reconoció que los resultados de los comicios rusos les han impulsado a tratar de obtener la integración en la OTAN más rápidamente.
El líder lituano, Algirdas Brazauskas, había dicho antes que se necesita un frente común para enfrentar "al radicalismo en alza", mientras el primer ministro estonio, Mart Laar, había declarado que la situación rusa le recordaba "la experiencia de Alemania en los años treinta", cuando triunfó allí el nazismo. "No debemos repetir los errores del pasado", manifestó Laar.
Estonia y Letonia temen que los resultados de las elecciones rusas dificultarán las negociaciones para lograr. la retirada de los 2.600 y 13.000 soldados que aún quedan en estos dos países, respectivamente, y que Rusia adoptará una posición más dura ante este problema. Moscú exige que se financie la construcción de viviendas para los soldados en Rusia como condición para acelerar' la evacuación de sus tropas, que teóricamente debería terminar el 31 de agosto de 1994. Además, el Kremlin desea ponerse de acuerdo con Letonia sobre la situación de la estación de radares que se encuentra en Skrunde y que garantiza la defensa del espacio aéreo ruso.
Serguéi Zótov, el negociador ruso con Letonia, declaró ayer que, si no se encuentra una solución a este problema aceptable para Rusia, entonces su país no podrá confirmar la disposición a concluir la retirada de las tropas en la fecha indicada ni renunciar a las otras dos instalaciones estratégicas que poseen en ese país báltico.
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