"El PRI no tiene ideología propia"
El Partido de Acción Nacional (PAN) gobierna ya en tres de los 31 Estados mexicanos. Es parte del poder y también de la oposición. Diego Fernández de Cevallos, de 52 años, su candidato presidencial para 1994, advierte en esta entrevista que la contienda electoral nace ya desigual porque en México la pelea no es contra un partido sino contra el Estado.
Diego Fernández de Cevallos es abogado penalista. Es también un hombre con fortuna y gusto refinados, pero no uno de esos magnates que abundan en México. No le disgusta que le comparen con los conquistadores españoles, debido a su poblada barba, su genio político o su apellido solariego, y se siente orgulloso de sus orígenes santanderinos, en su caso muy remotos.Fernández de Cevallos reconoce que México ha cambiado con el presidente Carlos Salinas de Gortari, pero se enoja cuando recuerda que su pelea es contra un sistema de partido de Estado que lleva 64 años gobernando México de modo patrimonialista.
Pregunta. ¿Existen condiciones en México para que las elecciones se desarrollen democráticamente?
Respuesta. Legalmente si, pero todo depende de si los mexicanos superamos inercias que se siguen dando aún en elecciones locales y que distan mucho de la ley y la democracia.
P. Se habla de fraude, pero muy pocas veces se sorprende al Partido Revolucionario Institucional (PRI) con las manos en la masa.
R. ¡Por favor! Si tenemos algo son toneladas y toneladas de pruebas de que ese fraude está en todos los ámbitos. No sólo hablo del día de las elecciones, sino también de todo el proceso que precede a unos comicios. Aquí, en México, hay un binomio PRI-Gobierno, que se funde y se confunde y que dispone de toda una estructura de poder que actúa para que ganen sus candidatos.
P. Diga un ejemplo de fraude que pueda alterar el resultado final de unas elecciones.
R. Puedo empezar por la manipulación de los medios de comunicación y terminar por el uso de los fondos públicos del Estado que de manera extralegal llegan al PRI. Este partido opera como una secretaría de Estado más, pero con la diferencia de que es la más cara. Esto supone un derroche impresionante de dinero.
P. Luis Donaldo Colosio, candidato del PRI, ha anunciado que va a hacer públicos sus gastos electorales.
R. No anuncia nada nuevo porque es la ley la que exige esto. Probablemente lo que esté anunciando es que va a cumplir la ley.
P. El PAN representa a la derecha mexicana.
R. Nosotros no aceptamos encasillamientos porque cada cual acomoda a su adversario donde le place o le conviene para después agredirlo. El PAN tiene una historia que demuestra que no es un partido de derechas. Somos un partido humanista y de avanzada social. Lo que ocurre es que cuando estaba en boga toda la teoría socialista centralizadora del. poder y sus Gobiernos burócratas se nos veía de derechas. Sólo por citar algunos ejemplos diré que el PAN propuso antes que cualquier otro partido. en México el reparto de utilidades, la participación en la empresa, la libertad educativa, el seguro social y hasta el voto de la mujer.
P. Pero ustedes también nacen en 1939 como reacción a la política socialista del general Lázaro Cárdenas.
R. Sí. Pero no sólo como reacción a esa política socialista, sino también contra lo corrupta que era. Lázaro Cárdenas es el impulsor en México del fraude patriótico. O sea, la persona que anunció de forma descarada y cínica que se tenía que manipular las elecciones para cerrarle el paso a la reacción. En estos 64 años de poder monocolor ha existido entre estos señores la idea de que son los verdaderos herederos de la revolución y también los designatarios de todo el patrimonio de este país. Por eso su celo en defender el poder como sea.
P. Uno de los candidatos con los que le toca contender es precisamente hijo de aquel general.
R. Yo voy a contender contra dos PRI: uno que tiene en sus manos el Gobierno de México y otro que no lo tiene. Son las dos caras de una misma moneda. Lo que pretende Cuauhtémoc
Cárdenas es sustituir al presidente de la República y colocar a su partido en el lugar que ocupa actualmente el PRI. La diferencia es que nosotros no buscamos eso, sino cambiar el sistema mexicano.
P. Hay quienes dicen que entre ustedes y el PRI actual no hay apenas diferencias.
R. Lo que ocurre es que el actual PRI tiene coincidencias ideológicas y programáticas con la propuesta histórica del PAN. Quien diga que es al revés miente. Desde antes de que Carlos Salinas naciera, el PAN ya sostenía y proclamaba fórmulas y cambios estructurales muy similares a los que el presidente ha puesto en práctica en los últimos años. El PRI no tiene ideología propia: tiene la del momento y la del presidente de la República de turno. Hay sexenios en que apuestan por el socialismo y otros que lo hacen por el liberalismo social. Para ellos lo importante es conservar el poder.
P. ¿Qué diferencia hay entre usted y tecnócratas salinistas como Pedro Aspe, Jaime Serra, Ernesto Zedillo, etcétera?
R. ¡Hombrel La pregunta no es fácil: tenemos diferencias y similitudes. Lo mismo me ocurre con Cárdenas. Tanto Aspe como Serra o Zedillo son gente muy preparada, con poco tiempo en política, pero por encima de todo son lo que usted dice: jóvenes tecnócratas. Yo, en cambio, soy un poco mayor que ellos, he sido opositor siempre y nací en una familia panista. La mayor diferencia es que yo he sido un hombre que he ido a fondo contra la simulación democrática, y ellos han preferido recomponer el mundo macroeconómico de este país antes de acabar con la falsificación del voto.P. Se dice que el poder político que tiene hoy el PAN se debe más a lo que ha negociado con el Gobierno que a lo que le corresponde por las urnas.R. Nosotros hemos dialogado, hemos buscado consensos y hemos negociado políticamente con el Gobierno. Pero jamás hemos traficado con los votos. Ni le hemos pedido regalos al Gobierno ni éste nos ha regalado nada. Nuestros triunfos son nuestros, pese a las desigualdades del sistema. Yo creo que quien ha estado inmerso en esas inmoralidades poselectorales ha sido el PRD, de Cárdenas, con su estrategia del rencor, el resentimiento y la venganza. Y hay pruebas.
P. ¿Qué diferencia hay entre el México de hoy y aquel de 1988 que llevó a Salinas al poder?
R. Hay cambios importantes y también múltiples avances en la vida económica del país, pese a que hoy hay más pobres que nunca. Los avances son también políticos: hay mejores leyes y tenemos también mejores instrumentos, como el padrón electoral, aunque aún no sea confiable para el pueblo. Hemos logrado un mejor trato político entre todos, hemos acabado con los colegios electorales priistas, que eran los que decidían la elección, y hay una mayor apertura en el Senado. Todo esto está muy bien, pero desgraciadamente existe un problema de fondo: seguimos contendiendo contra un partido de Estado.
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