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El puente se cierra con dos muertos y una vuelta escalonada a la ciudad

Las retenciones fueron invisibles durante la temida vuelta del puente de la Constitución y de la Inmaculada. No se escondieron tras la niebla que cubrió las carreteras madrileñas, simplemente no se produjeron. El regreso se resolvió de forma escalonada y con circulación lenta en las carreteras de Extremadura y de La Coruña y en algunos tramos de la de Valencia. Un accidente mortal obligó a cortar durante una hora el túnel de Guadarrama.

La mejora de las carreteras, una mayor prudencia por parte de los conductores al planificar la vuelta y un día laboral intercalado entre festivos fueron las causas de que la operación retorno fuera ayer más tranquila de lo previsto, según la Dirección General de Tráfico (DGT).La niebla que cubrió gran parte de la región durante todo el día, y en especial desde las primeras horas de la tarde, impidió la salida de los helicópteros de Tráfico. Sin embargo, su ausencia no pareció dificultar la vuelta de los vehículos.

Durante este puente se han producido dentro de las fronteras regionales un millón y medio de desplazamientos (los mismos que coches matriculados hay en Madrid), casi el doble de los que se efectúan en un fin de semana normal. El regreso del puente ha resultado más benigno que la salida, en la que se produjeron fuertes retenciones, tanto el viernes por la tarde como el sábado por la mañana. En la carretera de La Coruña el atasco fue de 30 kilómetros.

A partir de la mañana de ayer, el tráfico fue intenso, pero fluido. Muchos conductores salieron temprano de sus puntos de partida para poder llegar a comer a Madrid. En la carretera de Extremadura, en Móstoles, había cinco kilómetros de retención a las una de la tarde, y de siete, dos horas más tarde.

En la A-6 (Madrid-La Coruña) había atascos de unos ocho kilómetros a la altura de Galapagar sobre las tres de la tarde; la circulación era también complicada en Villalba, Majadahonda y Las Rozas.

'Efecto acordeón'

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En el centro de control de la DGT pronosticaban que el movimiento de regreso iba a comenzar a las cuatro de la tarde. Se equivocaron. Fue a las seis.Una hora antes se había producido el único accidente mortal de la jornada. Un turismo que circulaba por la A-6 a la altura del kilómetro 49, chocó contra la valla de protección del viaducto de La Jarosa. Una mujer que viajaba en su interior salió catapultada y cayó desde una altura de 20 metros. Murió en el acto. En el accidente se produjeron otros dos heridos. La retención que ocasionó el siniestro obligó a la Guardia Civil a cerrar el túnel de Guadarrama durante casi una hora para evitar que los vehículos quedaran atrapados en él.

El otro accidente mortal ocurrió en la tarde del lunes, al ser atropellado un ciclista de 32 años por un turismo que circulaba por la N-1 a la altura de El Molar.

Sobre las siete de la tarde de ayer la circulación era muy intensa en todas las carreteras de acceso. Pero, más que retenciones, se producía lo que los técnicos de Tráfico llaman efecto acordeón: parones de la circulación en tramos de unos pocos cientos de metros que se trasmiten hacia atrás en forma de ola.

El director general de Tráfico Miguel Muñoz, pasó sobre esa hora por la sala de control para comprobar el desarrollo de la jornada. "Lo de hoy no tiene nada que ver con una llegada de Pascua", comentó. En su opinión, los conductores han aprendido a planificar mejor sus viajes y lo hacen de forma escalonada

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