EL LIBRECAMBIO.
El próximo miércoles, el libre comercio en el mundo habrá experimentado el paso más importante de su historia si las grandes potencias y una centena de países más dan su sí a la Ronda Uruguay. Las declaraciones que los líderes políticos están haciendo en la recta final a favor del acuerdo hacen suponer un final feliz. El primer ministro francés, Edouard Balladur, pidió ayer al Parlamento que apruebe su gestión en la negociación del GATT, duramente criticada por los campesinos. El presidente de EE UU, Bill Clinton, hizo también un llamamiento por el pacto. La Ronda Uruguay aumentaría el intercambio mundial de mercancías en el 2002 un 12%, lo que significa 745.000 millones de dólares de facturación suplementaria. La ganancia neta para la renta mundial significará entre un 1% y un 5% del PIB.
El presidente de EE UU hace un llamamiento al mundo para no desaprovechar la oportunidad de acuerdo
El presidente norteamericano, Bill Clinton, advirtió ayer que no se puede desaprovechar esta oportunidad histórica de conseguir un acuerdo en el GATT, prometió todos los esfuerzos de EE UU para ese fin y pidió a los negociadores que se dediquen a su labor "sin dormir ni descansar" hasta que consigan cerrar la Ronda Uruguay. Clinton aprovechó el acto solemne de firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) con México y Canadá para dar a un empujón a lo que podría ser el mejor año de la historia del comercio mundial.Bill Clinton se mostró ayer más optimista que nunca sobre las posibilidades de acuerdo en la negociación del GATT, y, aunque advirtió que EE UU no podría aceptar un mal compromiso, aseguró: "Un histórico pacto sobre el comercio mundial está ahora a nuestro alcance".
"No podemos desperdiciar esta oportunidad. Hago un llamamiento a todas las naciones del mundo para que aprovechemos este momento y cerremos la negociación que nos permita llegar a un fuerte acuerdo en el GATT la próxima semana", manifestó el presidente norteamericano, quien informó que había transmitido a sus negociadores instrucciones para desarrollar todos los esfuerzos a su alcance para conseguir un compromiso.
Clinton explicó que la liberación del comercio mundial es "el único camino" hacia el desarrollo económico en las actuales circunstancias. El presidente aseguró que un acuerdo en el GATT sería "el mejor instrumento para acabar con el bloqueo" que en estos momentos impide la expansión de las economías más ricas y el desarrollo de las más pobres.
Por parte de Estados Unidos, dijo, la opción es claramente la de aceptar la competencia y poner en orden su economía con el fin de abordar en las mejores condiciones lo que será una era nueva en las relaciones económicas. La conclusión de la Ronda Uruguay supondría la reducción de los aranceles (impuestos sobre los bienes importados) hasta un promedio mundial del 3%.
El presidente norteamericano explicó que el TLC, que entrará en vigor el próximo primero de enero, es el primer gran paso dado por Estados Unidos en esa dirección. Ese paso se profundizó con el lanzamiento de un mercado más abierto con los países de la cuenca del Pacífico, y podría culminar la próxima semana con un acuerdo en Ginebra.
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