Ofensiva de YeItsin para que Chechenia vuelva al redil ruso
El presidente de Rusia, Borís Yeltsin, inició ayer una decidida ofensiva para acabar con la insubordinación de la república caucásica de Chechenia, que actúa de manera independiente desde 1991 pese a pertenecer a la Federación Rusa. Yeltsin ordenó la definición de unas fronteras claras del territorio checheno y su impermeabilización con tropas armadas. También anunció que los trenes que atraviesan el territorio rebelde van a ser protegidos con las armas.Este anuncio lo hizo en Nalchik, capital de la república caucásica de Kabardino-Balkaria, después de una reunión que mantuvo con los dirigentes de las otras seis repúblicas y los tres territorios del Cáucaso del Norte, en la que obtuvo su apoyo para aislar y someter a Chechenia a la legalidad rusa. Todos los reunidos firmaron un documento en el que se expone la necesidad de "definir la posición de los órganos federales del poder en relación con Chechenia, que sigue siendo el factor principal de inestabilidad en la región", y se habla de "hacer recaer el peso de la ley sobre los que potencian los conflictos interétnicos".
Conflicto armado
El camino hacia la ofensiva contra Chechenia fue allanado el lunes por el propio Yeltsin en sus reuniones con los presidentes de Osetia del Norte e Ingushetia -enfrentados por un conflicto armado desde hace más de un año-, a los que impuso una salida de paz que tuvieron menos de 24 horas para aceptar. La resolución de este problema era básica para la eficaz impermeabilización de las fronteras con Chechenia, dado que Osetia del Norte e Ingushetia son vecinas.Los presidentes de ambas repúblicas, Ajsarbek Galázov y Ruslán Aushev, se dieron ayer la mano ante Yeltsin en señal de reconciliación después de que el primero aceptara el regreso de más de 50.000 ingushes a las poblaciones de las que fueron expulsados hace un año, y el segundo renunciara a plantear reclamaciones territoriales.
Los líderes reunidos aceptaron el desarme de todos los grupos armados del Cáucaso del Norte, algo necesario para que se pueda imponer la legalidad en la zona. Todos los reunidos renunciaron asimismo a modificar las actuales fronteras por la fuerza.
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