Los indicadores muestran que remite la recesión en Alemania
La peor recesión de la posguerra en Alemania parece empezar a frenarse. La Oficina Federal de Estadística anunció ayer que el Producto Nacional Bruto del tercer trimestre de 1993 había tenido un crecimiento real del 0,5%, pese a que todavía se sitúa en un 1,4% por debajo del mismo periodo de 1992.Este rayo de luz, según los expertos, viene acompañado de mejoras en las inversiones de capital, consumo privado, exportaciones e inversiones en el sector de la construcción, lo que aumenta la esperanza de que la recuperación se inicie a mediados del año próximo.
El Gobierno de Bonn reaccionó alborozado. "Las cifras confirman nuestra creencia de que la mayor economía de Europa empieza a salir lentamente de las profundidades de su previo declive", dijo el ministro de Economía, el liberal Günter Rexrodt, quien anunció que se redoblarán los esfuerzos para consolidar el presupuesto y moderar las subidas salariales con el fin de doblegar finalmente la inflación y permitir un recorte adicional de los tipos de interés. La cifra de la inflación interanual del pasado mes de noviembre se situaba ya por debajo del 4%, concretamente en un 3,7%.
El Bundesbank, el banco central alemán, revisó a la alza el crecimiento del dinero en circulación del pasado mes de octubre que queda en un 6,9%, por encima de la parte alta de la banda objetivo establecida entre el 4,5% y el 6,5% que se había marcado para 1993. Según los expertos, ésta podría ser la razón por la que las autoridades monetarias alemanas decidieron no bajar los tipos de interés el pasado jueves, aunque mandaron una señal a los mercados al bajar las operaciones de repos.
Por otra parte, ayer se iniciaron las conversaciones para el convenio laboral de 1994 en el sector de ingeniería, entre la patronal y el poderoso sindicato IG Metall y que afecta a más de un millón de trabajadores, una gran parte de ellos en la industria automovilística.
Los sindicatos piden, en su posición de partida, una aumento de los salarios del 6% y que se les asegure el mantenimiento de los puestos de trabajo.
La cifra podría ser fácilmente rebajada hasta el nivel de la inflación anual, pero la patronal no quiere comprometerse a mantener los puestos de trabajo innecesarios, enfrentada como está a una grave recesión.
