La alegría de los progresistas abarrota las plazas de Nápoles y Roma

La plaza del Capitolio en Roma y la plaza del Ayuntamiento de Nápoles fueron escenario, el domingo por la noche, de un entusiasmo de izquierdas como Italia no había conocido desde la época en que el Partido Comunista Italiano (PCI) alcanzó los resultados récord de su historia, a mediados de los años setenta. El propio Achille Occhetto, líder del PDS, advirtió al cierre de las urnas que ni siquiera en tiempos de Enrico Berlinguer, el mítico líder comunista, pudo hablarse de una victoria parecida.Miles de ciudadanos abarrotaron literalmente, y hasta las tres de la mañana, los recintos adyacentes a las sedes de sus municipios en las dos ciudades donde los candidatos de la coalición progresista se habían impuesto precisamente sobre Alessandra Mussolini y Gianfranco Fini, las dos principales figuras del neofascismo que competían en estos comicios. Banderas verdes y banderas rojas, aunque no muy numerosas, se mezclaban en la imagen de esta nueva izquierda.

Francesco Rutelli, el nuevo alcalde de Roma, un arquitecto que ayer mismo renovó su fe verde en la capital llegando al Ayuntamiento en vespino, como hace habitualmente, pidió a las masas que celebraran el triunfo como una victoria de la democracia, prestando escasa atención al comportamiento constitucionalista de Fini, que le ofrecía la colaboración de una oposición rigurosa. Antonio Bassolino, en Nápoles, que superó el problema crónico del tráfico para saludar a sus electores sobre las 01.30 horas, dijo explícitamente: "Espero que la Mussolini me dé una mano desde la oposición para rescatar la ciudad".

El hecho es que la dirección partido de Occhetto tendía a redimensionar ayer su éxito indiscutible con datos como que, en las 99 localidades de más de 15.000 habitantes que votaron el domingo, la Liga Norte, aún fracasando en las capitales de provincia, había obtenido 24 alcaldes, algunos de ellos en centros importantes como Varese. El MSI también, además de porcentajes sustanciosos del voto en Nápoles y Roma, logró el domingo 11 alcaldes.

La fuerza del frente de izquierda, tejido en torno al PDS, se basa en su amplitud geográfica, ya que es la única fuerza capaz de recoger votos tanto en el norte como en el centro y sur de Italia. Según cálculos de este partido, de las 221 alcaldías cubiertas con las dos elecciones realizadas con el nuevo sistema mayoritario, 119 ayuntamientos han sido para el PDS; 9 para la DC; 40 para la Liga Norte; 19 para el MSI y 34 para otras fuerzas.