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Stich, el orgullo alemán

El campeón de la Copa Davis es más popular que Becker

Si se le pregunta a Michael Stich qué piensa de Boris Becker, responde: "Es una persona totalmente distinta a mí. No somos enemigos, pero vemos las cosas de forma diferente". Aunque intenta alejarse del triple campeón de Wimbledon, Stich ha tenido muy presente a Boris Becker las últimas semanas. Cuando ganó el Masters el pasado mes de noviembre en Francfort, y cuando el pasado domingo logró su tercer punto y dio el triunfo a Alemania en la Copa Davis, Stich pensaba en Becker. Fueron dos victorias sobre él. Ahora, Michael Stich puede tomarse un descanso. Su cota de popularidad es más alta incluso que la de Becker. Muchos de sus compatriotas le consideran portador de las virtudes tradicionales alemanas.Un estudio realizado por la revista Der Spiegel explica que las tendencias de popularidad de Boris Becker y Michael Stich se han invertido. Según la revista, un 54% de los alemanes vería un partido de Stich en la televisión y sólo un 28% uno de Becker, si ambos se emitieran al mismo tiempo. La revista especifica que los mayores apoyos de Stich le llegan de personas que han superado los 30 años, alemanes de la antigua RDA y electores del partido democristiano.

"Si Becker representa el tenis de izquierda, creativo e impredecible, Stich significa la ambición, el trabajo y la disciplina; el renacimiento de las antiguas virtudes alemanas. Y así es como Stich se hace con todos los puntos de simpatía que Becker pierde", extrae como conclusión Der Spiegel

Abrir una grieta en el carisma de Becker para sacar su cabeza ha sido la principal motivación de Stich en los últimos años. Stich superó a Becker en la final de Wimbledon en 1991, pero no logró entrar en el corazón de sus compatriotas. Recibió una bofetada en la cara, cuando aquel mismo año saltó a la pista en Francfort para la disputa del Masters con Becker como rival. El público le ignoró por completo.

Nacido el 18 de octubre de 1968 en Pinneberg, Stich es introvertido y poco dispuesto a intromisiones en su vida privada. Se casó con Jessica Stockman el 19 de septiembre de 1992 en Montecarlo y su vida es relativamente sencilla. Este mismo año en Wimbledon tuvo que hacer frente a unas declaraciones suyas que aparecieron en la revista Play Boy, en las que de alguna forma justificaba la violencia racista que existía en Alemania. Lo desmintió. "Nunca he estado de acuerdo con los neonazis", matizó. Y concluyó reafirmando: "Me siento orgulloso de ser alemán".

Este patriotismo a ultranza, en contraposición a Boris Becker que incluso amenazó con desplazar su residencia a Londres y que espera un hijo de la modelo negra Bárbara Feltus, gusta a un sector importante de alemanes.

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